Una vida sexual placentera, donde los sentimientos se unen con las sensaciones físicas, contribuye en gran medida a un estado de salud pleno, según declaraciones de los médicos Anne Bryce y Thomas Lombardy, autores del libro “Las posturas más sanas para hacer el amor”.
Los expertos señalan que algunas enfermedades mentales y físicas son generadas por una frustrante o incompleta vida sexual. Por eso, es importante conocer y adoptar posiciones sexuales más placenteras, donde podamos integrar el cuerpo con la mente.
Algunas técnicas ayudan al hombre y a la mujer a obtener el orgasmo, controlar la eyaculación precoz y evitar la monotonía de las posturas clásicas. Es importante recordar que algunas de éstas pueden ser difíciles de realizar por personas con sobrepeso o con problemas de espalda. Aquí te damos 5 ejemplos para que practiques con tu pareja:
De pie: Consiste en abrazarse de frente, lo que permite el contacto visual entre ambos, así como una mayor cercanía y la posibilidad de tocarse y besarse. Da resultado si los dos son de la misma estatura.
El acordeón: El hombre se estira boca arriba y flexiona las rodillas sobre su pecho; la fémina se coloca frente a él y se sienta sobre su cadera. Después, se coloca en cuclillas de manera que sus muslos queden sobre los de él y pueda deslizarse sobre el pene. Aquí la mujer tiene el control, podrá flexionar bien las rodillas y moverse verticalmente.
El lazo de la pasión: La pareja se arrodilla cara a cara. Luego, apoyan un pie en el suelo y se acercan el uno al otro hasta unir los genitales. Se inclinan hacia delante, apoyándose sobre el pie que tienen en el suelo y se balancean lentamente. Esta postura permite la igualdad carnal; aunque no hay mucha penetración, la lenta fricción entre ambos torsos proporciona un gran contacto del clítoris. Además es mayor la posibilidad de tocarse y besarse.
Baile privado: Se necesita una silla alta con respaldo y algunos cojines. El varón se acomoda en ella y la mujer se sienta sobre él; la fémina debe inclinarse ligeramente hacia atrás apoyando las manos sobre las rodillas de su compañero. Después, estira las piernas hasta que sus tobillos descansen sobre los hombros de él.
Montaña mágica: Se apilan un montón de cojines en el suelo, la mujer se coloca frente a ellos y su pareja debe colocarse encima de ella mirando en la misma dirección, con el pecho pegado a su espalda. Esta postura garantiza al hombre la emoción de hacerlo por detrás y una conexión total de los pies a la cabeza entre ambos.
Fuente: Salud180