Señaló que ese conjunto de cambios tiene amplia relevancia a nivel mundial por su cantidad, trascendencia, profundidad, variedad de temas y la seriedad con que fueron abordados.
Cuestionado sobre la necesidad de que México amplíe su “batería” de reformas estructurales, Gurría Treviño aseguró que esos cambios nunca terminan.
“Creo que las reformas nunca terminan, son algo como un estado de ánimo. Se debe seguir con las reformas y a veces hay que reformar a las reformas, porque no siempre le atina uno a la primera”, argumentó.
Reconoció que todo cambio implica que “los que estaban contentos, ya no lo estén, y reaccionen de manera ruidosa y pública. Eso es inevitable, pero no debe quitar el afán de las reformas”.
En este contexto, el secretario general de la OCDE refirió que ante el complicado e incierto entorno internacional, es necesario “prepararse para los días de lluvia” y aseguró que en ese sentido, México ha hecho lo correcto.
“Las medidas en materia presupuestal y fiscal son decisiones prudentes que hacen al país menos vulnerable frente a los eventos externos, y también ha sido congruente al ejecutar las reformas estructurales que hoy alientan el arribo de inversión extranjera”, explicó.
En entrevista con Notimex, el funcionario del organismo internacional estimó que al cierre de este año el crecimiento económico de México será entre 2.2 y 2.4 por ciento, tasa superior a la de Estados Unidos o de las principales economías de Europa.
Sin embargo, subrayó que ese rango de expansión económica para el país aún es insuficiente, “pues debe crecer entre 4.0 y 5.0 por ciento, en promedio, pero de todos modos es un múltiplo de lo que están creciendo países como Europa y es un poquito mejor de lo que está creciendo Estados Unidos”.
Señaló que la economía mundial “está siendo objeto de diferentes tipos de corrientes e impactos”, y que la OCDE espera que la segunda mitad del año registre un mejor panorama.
Indicó que en el caso particular de México, la caída de los precios internacionales de petróleo tiene mayores efectos negativos, ya que afecta directamente al rubro fiscal.
No obstante, destacó que ante esa situación el gobierno mexicano “reaccionó rápidamente” con las coberturas petroleras y ajustes al presupuesto, “pero siempre el remedio tiene algunas consecuencias”.
Estableció que “el apretón que se dio” en el presupuesto federal incidió directamente en algunos casos en condiciones de comercio menos favorables, así como en baja de inversiones y de ingresos fiscales.
Y por lo tanto, abundó, es necesario hacer ajustes para que alcance, porque la regla es que no haya más déficit y que no aumenten impuestos.
Insistió es que es mejor hacer los ajustes en diversos proyectos de manera “relativa y modesta, para rescatar, cuidar y proteger al máximo los programas sociales”.
Y eso es precisamente lo que ha hecho México, al igual como lo hizo en su momento países como Inglaterra, cuando también se vio en la necesidad de hacer arreglos a su presupuesto.
“Pero el caso de México ha sido muy claro. La prioridad para el gobierno federal es la parte social y entonces hay que proteger eso, pero a veces es necesarios hacer algunos acomodos, de lo contario, las cifras no dan”, puntualizó.
José Ángel Gurría insistió en que en medio de este contexto México tiene un factor en su favor que son las reformas estructurales, las cuales ya empiezan a dar resultado, al otorgar más confianza a los inversionistas.
Fuente: El Universal