Ahora, con la tranquilidad que da la distancia, analiza su salida, Al cuestionarle cómo se sentía tras dejar la presidencia del PRD, el político respondió que se sentía “muy satisfecho porque contribuí a cambiar el mapa político de México, a modificar la correlación de fuerzas de cara a 2018. “Fui parte de una estrategia aliancista que ganó en tres estados y golpeó al PRI en la línea de flotación. No querían que me fuera, me pidieron que me quedara y reconocieron que había sido un buen resultado electoral.”
Además explicó que en su llegada al partido, le dijo al equipo de trabajo que él sería un presidente-árbitro, “una especie de jefe de Estado por encima de las corrientes”, y así lo aceptaron.
Sin embargo, “en la práctica no funcionó. Estaban esperando que yo me casara con una corriente”, dijo.
Basave resaltó que los aspirantes del PRD no están tan bien posicionados como Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Margarita Zavala o Anaya, pero existe la posibilidad de buscar un externo y crear una alianza de amplio espectro contra el PRI.
Fuente: Vanguardia