El suicida hizo estallar su chaleco explosivo cuando guardas de seguridad se le acercaron cerca del estacionamiento de un hospital. El agresor falleció y dos guardas de seguridad sufrieron lesiones menores, según un comunicado publicado por la agencia noticiosa estatal Saudi Press. Algunos autos aparcados en la zona sufrieron daños.
El atacante llamó la atención de los guardas de seguridad, que se percataron de que actuaba de forma sospechosa en un cruce a la altura de una esquina del fortificado consulado estadounidense de Jiddah, ubicado junto al hospital Dr. Soliman Fakeeh, explicó el vocero del Ministerio del Interior, Mansour al-Turki, según fue citado en el comunicado. Al parecer, la mayoría del personal del puesto diplomático había trasladado sus oficinas a otro lugar.
La embajada de Estados Unidos en Arabia Saudita confirmó que no había fallecidos ni heridos entre el personal consultar y agregó que sigue en contacto con las autoridades locales que investigan el ataque.
Ningún grupo reivindicó de inmediato la autoría del incidente.
El Ministerio del Interior no aclaró si el agresor pretendía atacar el complejo diplomático estadounidense, apuntando que hay una investigación abierta para determinar su identidad.
El canal noticioso estatal al-Ekhbariya citó declaraciones del ministerio del Interior según las cuales el agresor era residente, pero no ciudadano, del país. No aclaró su nacionalidad. Unos nueve millones de extranjeros viven en Arabia Saudita, que tiene 30 millones de habitantes.
El canal mostró imágenes de la escena del crimen en la que investigadores estudiaban la zona y buscaban huellas digitales. Al-Ekhbariya dijo que las fuerzas de seguridad detonaron seis explosivos hallados en el lugar.
Un atentado extremista contra el consulado estadounidense en Jiddah en 2004 dejó nueve muertos, cinco de ellos empleados consulares de origen local y cuatro agresores. El enfrentamiento armado de tres horas en el complejo fuertemente protegido se produjo en medio de una ola de ataques de Al Qaeda contra personas occidentales y puestos de seguridad saudíes.
Fuente: Informador