Una cosa es amar tu empleo y otra (muy distinta) es tener una adicción al trabajo. A veces, la línea es muy fina y no notamos la diferencia. Sin embargo, ser workaholic podría tener un impacto negativo en la salud mental. Checa qué consecuencias puede tener y cómo descubrir si lo eres.
Algunos workaholics podrían ser más propensos a sufrir desórdenes de salud mental, comparados con aquellas personas con un mejor equilibrio vida-trabajo, según un estudio publicado en la revista científica Plos One en mayo de este año. Entre otras cosas, podrían sufrir ansiedad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, trastorno obsesivo-compulsivo y depresión.
“Llevar el trabajo al extremo podría ser una señal de problemas psiquiátricos más profundos”, indicó Cecilie Schou Andreassen, quien llevó adelante el estudio, según se informa en el sitio Health Finder. Los genes podrían explicar el vínculo entre la adicción al trabajo y los trastornos mentales, detalló.
Pero también es posible que ser workaholic contribuya a los padecimientos, o que la relación sea inversa. El estudio no provee respuestas al respecto. De cualquier manera, si crees que puedes ser workaholic, esta lista de señales y preguntas podría ayudarte…
¿Eres un workaholic?
Ese término que muchas veces se usa a modo de broma o hasta con orgullo, en realidad designa a un padecimiento mental. Estos son algunos de los síntomas y señales indicados por la psicóloga Serena Wadhwa en el sitio Everyday Health:
- Pasar demasiadas horas en el trabajo.
- Tener problemas para dejar de trabajar en las vacaciones o en los momentos de descanso.
- Sentir ansiedad o síntomas de depresión al no estar en la oficina.
- El trabajo interfiere con otros roles, como ser padre o como cuidar de uno mismo físicamente.
Además, prueba hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Harías casi cualquier cosa por tu trabajo, llegando a dejar de lado aspectos importantes de tu vida?
- ¿Descuidas tu salud por actividades laborales?
- ¿Las personas que te aman suelen quejarse de que trabajas demasiado?
- ¿Tus hábitos de trabajo tienen un impacto negativo en la relación con tus amigos y familia?
- ¿Trabajas más que la mayoría de tus colegas?
- Si no pudieras trabajar del modo en que lo haces ahora, ¿sentirías decepción?
Si has contestado que sí a una o más de estas preguntas, o si sientes que podrías ser un workaholic, acude a un profesional de la salud para que te asesore.
Y tú, ¿trabajas demasiado?
Fuente: Informe21