La idea de que un núcleo hardware de vida a muchos dispositivos ni es nueva, ni va a dejar de desarrollarse, pero siempre es interesante encontrarse con un nuevo ejemplo. Lo hemos visto en multitud de ocasiones, intentando jugar con la modularidad, manteniendo como denominador común un cerebro que se va introduciendo en el resto de aparatos.
No es únicamente un campo de trabajo para las grandes compañías y sus potentes centros de investigación y desarrollo, también hay espacio para pequeñas iniciativas, como la que nos presenta Luke Kenneth Casson. El tipo lleva cinco años desarrollando EOMA68, y ahora se ha llegado a un punto en el que se puede enseñar, incluso vender.
¿Qué nos encontramos en EOMA68? Principalmente tenemos un ordenador mínimo, que cabe en una cartera, y es que la idea pasa por poder introducirlo dentro de otros gadgets, así que cuanto más menudo mejor. El precio acompaña con su tamaño, se habla de 65 dólares por esa tarjeta/ordenador.
Parte de la gracia que tiene el sistema está en la en que todo lo que lo rodea es libre y gratuito. Me explico, tanto el software, como los esquemas de hardware, además de los ficheros CAD, son de libre acceso, para que podamos diseñar y crear a partir de la base que es la tarjeta. Puedes imprimir partes rotas o inventar nuevas.
En esta primera versión de EOMA68 PC no nos encontramos una potencia de proceso importante, y quizá sea eso lo que lastre su utilidad o futuro. El hardware interno está constituido por un procesador de doble núcleo AllWinner – con diseño ARM Cortex-A7, 1,2GHz -, cuenta con 2GB de RAM y 8GB de memoria para almacenamiento. En cuanto a conectividad, tenemos microHDMI, microUSB, y ranura microSD.
Luke deja claro que esto es una primera generación y tienen que venir más, con procesadores más potentes, más memoria y mejores posibilidades en conectividad. Lo que sí quiere dejar fijado es que la conexión principal y las dimensiones serán las mismas, para que podamos seguir aprovechando los “accesorios” que tengamos.
El ordenador portátil que se está creando es bastante curioso, al contar con una pantalla táctil de 4,3 pulgadas en donde debería haber un touchpad convencional. Añade 10.000 mAh de batería para extender la vida útil a 8 horas, también hay dos puertos USB 2.0 y altavoces estéreo. El peso total del conjunto se queda en un 1,1 kilos. No nos gusta demasiado la resolución de pantalla: 1.366×768 píxeles para 15,6 pulgadas.
Este ordenador tiene un precio de 500 dólares, pero es posible recortar ese gasto si decidimos imprimir nosotros alguna de las partes y añadir los elementos que faltan: circuitería, teclado, pantalla, trackpad.
La otra opción inicial que nos presentan es una carcasa de madera que ya nos convierte a la tarjeta en un pequeño ordenador de sobremesa. Su precio es de 55 dólares y añade dos puertos USB, salida VGA, y ranura microSD. Como era de esperar, el diseño está ahí para crear la misma cosa con impresoras 3D.
Fuente: Xataka