El comité organizador de Río dijo que unos 450 mil de los condones producidos de forma sustentable estarán destinados a los atletas y el personal que se aloje en la Villa Olímpica, y que el resto será repartido entre los visitantes que lleguen para la cita deportiva, informó el Ministerio de Salud.
Todos los preservativos que serán entregados son producidos por Natex, una fábrica en el estado amazónico de Acre, cerca de la frontera con Bolivia.
La fábrica, controlada por el Gobierno estatal de Acre, usa caucho extraído de los gomeros del Amazonas por resineros que son contratados por un programa oficial diseñado a proteger su modo de vida, el uso sustentable de la materia prima de la selva e impedir el trabajo de los leñadores.
Los resineros se ven a sí mismos como protectores de la selva.
«Nuestra fábrica de preservativos, más allá de garantizar un precio justo por el caucho, le da empleo a cientos de personas», dijo Raimundo Mendes de Barros, un resinero de 71 años con una frondosa barba blanca.
Resineros como Barros han estado por décadas en la primera línea presionando para que los líderes de Brasil hagan más por detener la deforestación, causada mayoritariamente por la tala ilegal de árboles para extracción de madera y el uso de los terrenos en ganadería y plantaciones de soja.
La lucha ha dejado muchos muertos entre quienes tratan de proteger la selva, como el del mundialmente conocido Chico Mendes.
El asesinato de Mendes en 1998 en Xapuri, donde ahora se emplaza la fábrica de condones, hizo que Brasil tomara medidas serias para luchar contra la deforestación y proteger a los ambientalistas.
Fuente: El Universal