El documento en poder de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), incluye 12 pasos a seguir en un lapso de una hora y 30 minutos, que van desde la administración de una inyección remota a Bantú, el pesaje y la toma de muestras sanguíneas, pasando por la recuperación de la anestesia y la aplicación de un tranquilizante para el viaje, hasta concretar la salida del Zoológico de Chapultepec.
La dosis única para dormir al gorila, incluida en el Protocolo de Manejo, era una mezcla de 3.15 mililitros de tres fármacos: Ketamina, Tiletamina/Zolacepam y Medetomidina.
Pero 22 minutos después de disparar el primer dardo al ejemplar, se administró una “dosis suplementaria”, de acuerdo al médico veterinario Javier Ojeda Chávez, quien fungió como enlace de supervisión y atención médica “A”, al firmar una hoja donde hace la cronología de la muerte de Bantú.
El Protocolo de Manejo, que supuestamente tomó como base la experiencia internacional, fue calculado para un gorila de 200 kilogramos, con la propuesta de aplicarlo a partir de las 19:00 horas del miércoles 6 de julio.
Todos los procedimientos estuvieron bajo la supervisión del médico veterinario Roberto Aguilar, con la participación de sus colegas Miguel Ángel Martínez (Electrocardiograma); Everardo Montfort (Revisión clínica/Aplicación de fármacos); Alberto Olascoaga, (Coordinación médica / Anestesia); Javier Ojeda (Supervisión del manejo y Anestesia); Xóchitl Ramos (Examen y limpieza dental) y Paola Rodríguez (Toma de muestras).
Fuente: Excélsior