El Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro “Manuel Gómez Morín” es el escenario ideal para la exposición denominada “Asesinos seriales y pena de muerte”, la cual ha recibido a más de un millón de visitantes en su recorrido por el país.
Una decena de asesinos seriales “hacen de las suyas” en un escenario lúgubremente ambientado, tal como cada uno de ello vivía y la forma en que llevaban a cabo sus crímenes, así como algunas muestras de pena de muerte a la que algunos de ellos fueron sometidos.
Leonarda Cianciulli, “La Jabonera de Correggio”; Harold Shipman, «El Doctor Muerte»; Charles Manson; “Jack, el destripador”; Albert Fisch, “El vampiro de Brooklyn”; John Wayne Gacy, “El Payaso Asesino»; Andréi Chikatilo, «El Carnicero de Rostov»; Ted Bundy y Jeffrey Dahmer son los asesinos seriales que los asistentes podrán conocer en la muestra que permanecerá abierta durante julio y agosto.
Luca Pianesi, representante en México de Exposiciones Sin Fronteras, explicó que algunos objetos de la exposición son originales, los cuales fueron comprados en subasta para ser incluidos en la exhibición.
Así, durante el recorrido de una hora con audioguía, los asistentes podrán conocer la camisa que portó Andréi Chikatilo tras las rejas, la silla eléctrica donde fue ejecutado Ted Bundy, los restos óseos que guardó «El Payaso Asesino» en el sótano de su casa y los cráneos de las víctimas y algunos objetos punzocortantes con los que fueron cometidos los crímenes.
Pianesi explicó que la exposición nació en Italia y de ahí ha viajado por ciudades europeas como Berlín y Madrid y en 2008 vino a México, donde más de un millón de personas la han visto en ciudades como Puebla, Guadalajara y ahora Querétaro.
Mención aparte merece la sección de criminología, un espacio donde los asistentes podrán apreciar el desarrollo de esa disciplina desde los estudios primarios de Cesare Lombroso, «el padre de la criminología científica”, hasta los datos más recientes de la antropología forense.
La escalofriante muestra incluye un mapa de asesinos seriales, donde se aprecia que prácticamente todos los pauses han tenido al menos un caso de criminales desequilibrados que han dando muerte a sectores de la población que van desde los niños, jóvenes, adultos y hasta personas de la tercera edad.
Adicionalmente hay un espacio para asesinos seriales mexicanos, desde Francisco Guerrero, “El Chalequero”, un criminal que data de 1888 hasta casos recientes como Gregorio Cárdenas, las hermanas Delfina, María de Jesús y María Luisa González Valenzuela, «Las Poquianchis» y Juana Barraza, «La Mataviejitas».
“Asesinos seriales y pena de muerte” está dirigida al público en general, se puede apreciar sin importar la edad y a pesar de tratar temas delicados como el asesinato y la pena de muerte, aporta información relevante a través de implementos tecnológicos que facilitan tanto el disfrute como aprendizaje con cada uno de los aspectos que la exposición muestra.
La experiencia es única, donde el objetivo es propiciar una reflexión acerca de la ambivalencia del concepto de homicidio, tanto por los asesinos seriales como por los seres ejecutados a través de la pena de muerte, con lo que se pretende invitar a reconsiderar el concepto de violencia.
El término serial fue utilizado por primera vez en la década del 70 a raíz de los crímenes cometidos por el estadunidense Ted Bundy, pero el asesinato en serie data de un siglo atrás o más, dado el desequilibrio emocional de los criminales, que en muchas ocasiones violaron a sus víctimas antes de perpetrar sus crímenes.
Fuente: Crónica