En medio de fuertes medidas de seguridad y numerosos controles y cateos, Francia celebró en Campos Elíseos el tradicional desfile militar del 14 de julio, Día Nacional, evento que este año abrieron militares de Nueva Zelanda y Australia.
Debido a que el país se encuentra todavía en estado de emergencia terrorista, más de tres mil policías y gendarmes se desplegaron por la avenida de los Campos Elíseos para vigilar el desfile para cuyo acceso se precisaba pasar entre dos controles de seguridad y cateos, y hasta tres o cuatro en el caso de algunas zonas de la avenida.
El desfile, que como cada año encabezó el presidente Francois Hollande y transcurrió con saldo blanco, inició con el sobrevuelo de la “Patrulla de Francia”, un grupo de cazas militares que colocados en el aire formando la silueta de la Torre Eiffel dibujaron con humo la bandera francesa en el cielo parisino.
Las primeras tropas en desfilar fueron los integrantes del destacamento de Nueva Zelanda y de Australia, a las que Francia quiso rendir honor por la participación de sus ejércitos en la Primera Guerra Mundial, en 1916, en las trincheras de la Somme, norte de Francia, en donde fallecieron miles de soldados de ambos países.
La nota de color fue el desfile de ocho indígenas maoríes como complemento del ejército australiano y neozelandés, vestidos con sus trajes ancestrales y portando lanzas.
El año pasado fue México el país invitado de honor y que desfiló por la avenida en primer lugar con una brigada que portó águilas en los brazos de los soldados, muy aplaudidas por el público francés.
Más de tres mil 200 soldados de diversos cuerpos de aire, tierra y naval desfilaron por la avenida, así como cerca de 90 aviones y helicópteros y estudiantes de escuelas y soldados de la célebre Legión extranjera, así como policías y bomberos, entre otras.
También descendieron a la avenida, entre el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia, tanques, camiones y distintos vehículos militares así como un dron, en donde fue colocada la tribuna de autoridades.
Mis hijas querían ver al desfile y al presidente por eso hemos venido”, comentó un espectador que asistió con su familia que tuvo que llegar con más de dos horas de anticipación para pasar los controles y encontrar lugar.
El desfile fue magnífico no sólo estéticamente porque desfilaron personas que defienden nuestro país y lo protegen”, dijo el presidente francés Francois Hollande, quien fue recibido con honores y el canto de “La Marsellesa”, el himno francés que este año cumple su aniversario.
Hollande asistió como presidente al último desfile del 14 de julio de su mandato de cinco años como presidente, ya que aún se desconoce si se presentará para un segundo mandato en las elecciones presidenciales de 2017.
Este año, el desfile rindió homenaje a cuerpos que habitualmente no están presentes como los aduaneros o personal de las prisiones, pero también a las fuerzas de seguridad interna y las que se encuentran en misión fuera de Francia, entre otras.
La Fiesta de la Federación es una celebración conmemorativa del primer aniversario de la toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1790, acontecimiento considerado como el punto de inicio de la Revolución francesa.
Fuente: Excélsior