En rueda de prensa, el portavoz del Ministerio, Tobias Plate, dejó claro que ninguno de los autores de los últimos ataques violentos registrados en Alemania se encontraba entre las personas investigadas y pidió de nuevo prudencia antes de vincular la explosión registrada ayer en Ansbach con el terrorismo islamista.
Tras señalar que las pistas suelen llegar a las fuerzas de seguridad desde el entorno más cercano a los refugiados, señaló que se han recibido informaciones de alrededor de 400 casos presuntamente sospechoso. Sobre las 59 investigaciones en marcha, consideró difícil saber en qué momento esas personas se radicalizaron, si antes o después de entrar en el país.
Las autoridades alemanas, continuó, vigilan a más de 500 personas consideradas potencialmente peligrosas en los círculos islamistas y a otras 360 que denominó «personas relevantes». Plate pidió esperar al desarrollo de las investigaciones en Ansbach, donde ayer un refugiado sirio murió al detonar un artefacto explosivo e hirió a doce personas, y señaló que por el momento no hay «indicios de peso» que apunten a «un delito contra la seguridad del Estado».
Fuente: El Siglo