Aquí dejamos consejos que te ayudarán a tener una gran salud sexual femenina y así evites enfermedades y complicaciones.
Generalmente, te recomiendan asistir al ginecólogo a partir de tu primera relación sexual. Sin embargo, expertos aseguran que lo mejor es acudir con el especialista a partir de la primer regla. ¡No hay pretextos para no ir!
Acude periódicamente para que puedas conocer tu cuerpo y que puedas detectar de manera oportuna cualquier anomalía.
Al lavar los órganos sexuales externos siempre usa jabón neutro y no antibacterial o con algún tipo de aromatizantes, ya que éstos eliminan tanto bacterias que dañan tu zona íntima como aquellas que las protegen.
El algodón es de los mejores textiles en ropa interior para que tu zona íntima se mantenga cómoda y fresca (además, así podrás evitar reacciones alérgicas).
Si amas las tangas, lo mejor es darte un ‘break’ y darle una oportunidad a otro tipo de ‘undies’ para que tu zona íntima tenga un descanso.
PLUS: Mantener ‘undies’ o pantalones skinny muy apretados e incómodos por mucho tiempo puede comprometer tu salud sexual. Recuerda que debes mantener esta zona seca y cómoda.
Las prisas y juntas pueden provocar que no cambies tu toalla femenina de forma frecuente, lo cual puede ser peligroso para tu salud sexual femenina ya que puede provocar infecciones.
Y ni hablar de los tampones, ¡si no los cambias cada 8 horas puede provocar (en casos muy extremos) un shock tóxico! Lo recomendable es cambiarlos cada 4 horas.
Lavar el interior de la vagina con una ducha vaginal quita la protección natural que esta zona tiene y la deja expuesta a posibles bacterias. Por esta razón, te recomendamos solo realizar un aseo exterior en esta zona.
También, no olvides lavar tus juguetes sexuales para que los gérmenes no se estén reciclando con cada uso.
Fuente: Glamour