El túnel más largo y profundo del mundo, más que el del canal de la Mancha o el de Seikan en Japón, se inauguró hoy en Suiza: el túnel de San Gotardo, de 57,1 kilómetros de longitud y que corre por debajo de 2,3 kilómetros de roca (en su punto más profundo), unirá el norte y el sur de Europa en un recorrido a través de los Alpes de apenas 20 minutos.
La colosal infraestructura ferroviaria reducirá el tiempo de tránsito por uno de los ejes de transporte más importantes de Europa, por el que circulan cada año 26 millones de toneladas de mercancías. De esa cifra, el 80% es carga en tránsito por Suiza, lo que evidencia la importancia para el comercio europeo de esta nueva vía férrea para trenes de alta velocidad.
El esfuerzo y la gran inversión financiera costeada enteramente por Suiza -cerca de 11.000 millones de euros- fueron reconocidos mediante la presencia del presidente de Francia, François Hollande; la canciller alemana, Angela Merkel, y del primer ministro de Italia, Matteo Renzi, quienes serán pasajeros en el segundo tren que cruzará el túnel al inicio del periodo de explotación de prueba.
El inicio de la explotación comercial plena está previsto para el 11 de diciembre próximo. Como comparación, el túnel de San Gotardo de circulación vial, que une desde 1980 las localidades suizas de Göschenen y Airolo a través de los Alpes, tiene una longitud de 15 kilómetros y es utilizado cada año por cinco millones de coches y 900.000 camiones. El nuevo conducto discurre por debajo de antiguo túnel ferroviario, operativo desde 1882.
Las increíbles cifras del túnel de San Gotardo, el más largo del mundo
¿Te imaginas viajar 57,1 kilómetros a toda velocidad por un estrecho túnel que atraviesa las entrañas de los Alpes?
Claramente, es una experiencia vertiginosa y no apta para claustrofóbicos.
Pero así será atravesar el túnel de base de San Gotardo, el más largo del planeta, que se inaugura oficialmente este miércoles en Suiza y cuyo servicio regular comenzará en diciembre.
Esta maravilla de la ingeniería permitirá unir más rápida y eficientemente el sur y el norte de Europa, una comunicación que siempre se ha visto dificultada por las escarpadas y casi infranqueables montañas de los Alpes.
La idea del proyecto es agilizar el tránsito de mercancías y personas, y reducir la contaminación causada por el tráfico de vehículos que circulan por rutas aledañas.
Las autoridades suizas calculan que 260 trenes de carga podrán pasar por el túnel cada día y que 20 millones de pasajeros se beneficiarán de esta nueva vía.
El trayecto entre Zúrich y Milán, por ejemplo, se reducirá a 2 horas y 50 minutos, casi una hora menos que en la actualidad.
El túnel de base de San Gotardo va desde el municipio de Bodio (en el sur de Suiza) hasta la comuna de Erstfeld (en el centro del país). Une así la zona suiza italoparlante con la germanoparlante.
En realidad consiste en dos túneles pegados, uno de ida y otro de vuelta.
Si no tuvieran refrigeración, estos socavones serían un horno, ya que fácilmente podrían alcanzar los 50º centígrados.
Tanta fue la cantidad de roca y escombros que debieron ser removidos —más de 28 millones de toneladas— que en el valle donde se encuentra una de las bocas del túnel «nacieron» varias montañas de material.
Fuente: El País