Hoy a las 17:34 horas, dará inició el verano en el hemisferio norte, que vendrá acompañado de una noche de luna llena.
Aunque el suceso no implica ningún fenómeno visible fuera de lo normal, la coincidencia del solsticio con la luna llena es realmente rara y no ocurría desde 1948, es decir desde hace 68 años.
La estación durará alrededor de 93 días, 15 horas y terminará el 22 de septiembre; el inicio de las estaciones se debe a las posiciones en las que se encuentra la tierra alrededor del sol, en el verano el punto de la eclíptica en el que el sol alcanza su posición más boreal.
La Luna se encontrará cerca de los planetas Marte y Saturno, por lo que será una buena ocasión para salir a observar a estos astros.
El día en que esto sucede, el sol alcanza su mayor declinación Norte (+23º 27′) y durante varios días su altura máxima al mediodía no cambia; a esta circunstancia se la llama también solsticio de verano, que es cuando el día y la noche tienen la misma duración.
¿Sabías qué? Otro hecho circunstancial no relacionado con las estaciones que se da también en esta época es el día del afelio, es decir, el día en que el sol y la tierra están más alejados entre sí a lo largo del año.
Es este mayor alejamiento al Sol la causa de que la tierra se mueva más lentamente a lo largo de su órbita elíptica durante el verano —según la conocida como segunda ley de Kepler— por lo tanto la duración de esta estación sea mayor que otras.
El solsticio de verano es el día más largo del año y la altura máxima del sol en el hemisferio norte, durante el solsticio de invierno el día es más corto y la altura del sol es mínima.
Durante este día en lugares como Chichén Itzá, Dzibilchaltún, y Oxkintok, se registrarán fenómenos arqueoastronómicos.
Fuente: Sipse