El gran perdedor del proceso sería el PRI, que se quedaría con cinco gubernaturas, Hidalgo, Sinaloa, Oaxaca, Tlaxcala y Zacatecas. Y aún hay una que está en vilo, Veracruz. Esto porque aun cuando el conteo rápido se lo adjudicó a la alianza PAN-PRD, el PREP se lo daba a Morena.
El presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, también habló y resumió la jornada electoral en una frase: «México decidió PRI». Aseguró que los datos que tenían en ese momento en su partido establecían que era clara la victoria de sus candidatos en nueve estados y, en el caso de Puebla, donde ganó en forma clara el candidato panista Tony Gali, hubo una «elección de Estado».
«En estas elecciones competidas hemos mostrado una gran organización, que nos ha permitido ser el partido más votado, de diez entidades tenemos en nueve el triunfo o una alta posibilidad de triunfo, una tendencia favorable por encima del margen de error. En el caso de Puebla dependemos de la revisión de todos los papeles que nos lleguen durante la madrugada».
Media hora después, al filo de las siete de la tarde, el presidente nacional del PRD, Agustín Basave, dijo que el proceso electoral transcurrió entre actos de violencia e irregularidades; el intento de sabotaje y la presentación de mil 338 denuncias por ilegalidades. Sin embargo, dijo que su partido llevaba ventaja en entidades como Veracruz, Durango, Oaxaca, Tlaxcala, Quintana Roo y en el Constituyente de la Ciudad de México.
Fuente: Milenio