La gente empezó a hacer fila afuera del KFC Yum! Center en el centro de Louisville desde el martes por la noche, antes que empezaran a repartirse los boletos el miércoles por la mañana. La fila daba la vuelta al estadio, y los 15 mil boletos disponibles para el servicio fúnebre del viernes se agotaron en una hora.
Algunos de los que consiguieron boletos los estaban vendiendo por internet casi de inmediato.
Otros publicaron mensajes en internet buscando comprar boletos. Alguien escribió que él y su madre iban a manejar desde Chicago para el servicio fúnebre, y que estaban dispuestos a pagar 50 dólares por dos boletos.
Al ser contactado por teléfono, uno de los que publicó una oferta para vender boletos dijo que un amigo suyo vendió algunos. Cuando se le preguntó por el precio, colgó la llamada.
Fuente: Excélsior