La semana antepasada se llevó a cabo la reunión anual de primavera del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) en Madrid, España y la primera reunión semestral de este año del Comité Consultivo de Economistas (EAC por sus siglas en inglés). El IIF es la asociación de bancos e instituciones financieras del sector privado a nivel global y el EAC –del cual tengo el honor de formar parte–, está formado por varios economistas en jefe de instituciones financieras del sector privado en todo el mundo y se reúne dos veces al año para discutir los temas económicos más relevantes a nivel global y regional.
El evento -presidido por los Presidentes de Consejo y Directores Generales de los principales bancos del mundo-, fue inaugurado por su majestad el Rey Felipe VI de España. Si bien yo favorezco la meritocracia y por lo tanto no estoy a favor de las monarquías, reconozco que al haber escuchado el discurso inaugural, así como haber tenido la oportunidad de comentar algunos temas económico-financieros con el Rey, me dejó una muy buena impresión sobre su preparación, así como la claridad de pensamiento y su afabilidad, que no he visto en muchos jefes de estado.
En mi opinión, los cuatro temas que definieron la agenda de discusiones fueron: (1) Situación macroeconómica a nivel global; (2) los problemas de liquidez que hoy imperan en los mercados financieros internacionales; (3) los riesgos geopolíticos, que si bien siempre están presentes, en esta ocasión se destacó tanto la situación en Siria y el Estado Islámico, como la posibilidad de que Reino Unido se desincorpore de la Unión Europea y de que Donald Trump pueda llegar a ganar la elección presidencial en EU; y (4) el choque tecnológico tan significativo y la necesidad de que las instituciones financieras adopten las nuevas tecnologías.
(1) Situación macroeconómica global. Cabe señalar que se dedicó parte importante del foro a discutir sobre las oleadas de alta volatilidad que se han desatado a partir de la incertidumbre con respecto a la desaceleración del crecimiento global, particularmente en China, la divergencia de políticas monetarias, particularmente el inicio del muy gradual ciclo de normalización de tasas de interés del Fed y las tasas negativas en Europa y el precio de los commodities, principalmente el petróleo. Percibí una menor preocupación por estos tres temas y más convencimiento de que el Fed podría adelantar –con respecto a lo que descuentan los mercados-, su siguiente alza de tasas de interés tan pronto como en junio. Claramente esto fue antes de la publicación del débil reporte de empleo de mayo el viernes pasado, que prácticamente quitó de la mesa la posibilidad de que el Fed suba tasas en junio. Por su parte, la política de tasas de interés negativas recibió fuertes críticas al tener un impacto limitado en el crecimiento económico de la Eurozona, pero a su vez, infringiendo costos muy elevados para los bancos al reducir sus márgenes. Asimismo se destacó la urgencia de llevar a cabo reformas estructurales, sobre todo ante el poco espacio que queda para más acciones de política monetaria, particularmente en Europa.
(2) Baja liquidez global. Considero muy importante destacar que si bien este tema ha sido abordado en varios foros similares (FMI, BID, etc), en esta ocasión noté una mayor preocupación al respecto. En mi opinión, no hay duda de que las oleadas de alta volatilidad han sido exacerbadas por menor liquidez en los mercados, particularmente por tres aspectos: (a) Regulación, en particular por la Regla de Volcker que ha limitado las posiciones propietarias de los bancos; (b) el hecho de que un tercio de los activos “libres de riesgo” se encuentren en manos de los bancos centrales; y (c) la cada vez mayor participación de los High-Frequency Algorithmic Traders, que si bien en épocas “normales”, son proveedores de liquidez, ahora con menos liquidez parece que exacerban la volatilidad.
(3) Riesgos geopolíticos. Si bien se comentó sobre el recrudecimiento del terrorismo en Europa, Medio Oriente y África por el fortalecimiento y el alto nivel de organización del Estado Islámico (“Terrorismo e Islam”, 29 de marzo, 2016), así como la probabilidad de que esta tendencia positiva también se esté observando en los ciber-ataques de parte de EI, lo que más se comentó fue la posibilidad de que el Reino Unido decida abandonar a la Unión Europea y de que Donald Trump pueda llegar a ganar la elección presidencial en EU. Aquí el consenso entre los participantes del evento fue que si bien no creen que en el Reino Unido decidan desincorporarse de la Unión Europea en el referéndum que llevarán a cabo el próximo 23 de junio, sí ven una probabilidad no despreciable a que Trump pueda ser el siguiente Presidente de EU. Sobre todo por el gran diferencial que se percibe en las capacidades para debatir en público entre Trump y Hillary (asumiendo que ella será la abanderada Demócrata), así como el alto porcentaje que tiene la opinión negativa entre los votantes registrados sobre ambos candidatos (en mi opinión, esto va a ser precisamente por lo que no ganará Trump, pero esa es sólo mi opinión “¿Por qué NO va a ganar Trump?”, 17 de mayo, 2016).
(4) El choque tecnológico tan significativo y la necesidad de que las instituciones financieras adopten las nuevas tecnologías, particularmente: (a) Blockchain; (b) Inteligencia Artificial; y (c) Cloud computing. En este tema en particular ya se había comentado ampliamente sobre (b) y (c) en ocasiones anteriores, por lo que lo que más sobresalió fue la necesidad de utilizar Blockchain –la plataforma de pago de Bitcoin-, como un sistema que simplifica la liquidación de operaciones monetarias, sobre todo a nivel internacional y reduce significativamente los riesgos y los costos.
Twitter: @G_Casillas
*El autor es economista en jefe de Grupo Financiero Banorte.