«Los directores que llegaron son de las escuelas oficiales, dos maestras también de edad. En ese momento nos interceptaron, me interceptaron primero a mí. Vi el grupo de gente que llegaba, bajaron unos cien metros, volvieron a regresar y me llamaron. Dijeron ‘queremos platicar tantito con ustedes. Somos padres de familia en apoyo al movimiento magisterial'», narró el profesor de 67 años.
El maestro afirmó que sus agresores no son parte del magisterio disidente sino integrantes de una organización campesina. «Quiero aclarar que no son maestros, como se está manejando, no son maestros. Es un grupo de asociaciones que se ha creado por estos rumbos. Son agrupaciones, tal parece campesinos».
El docente explicó que, pese a que había algunos policías en la zona, nadie los defendió. «Nadie intentó ayudarnos. Por ahí había algunos policías pero no nos defendieron… Anoche se decía que la Secretaría de Educación nos apoya jurídicamente. ¡Es mentira! No hay ningún apoyo, ni ningún apoyo, ni una llamada telefónica ni para decir ‘estamos con ustedes’ de ningún organismo de esta índole. Estamos en un grado de impotencia porque ¿qué podíamos hacer?», puntualizó.
Fuente: Milenio