Aun con el nuevo programa de verificación vehicular que entrará en vigor a partir del 1 de julio en la megalópolis, que contiene medidas más estrictas para que puedan circular los automotores en seis estados, persistirán los actos de corrupción en los verificentros, coincidieron conductores, coyotes y dueños de establecimientos en la zona oriente del Estado de México.
Ahora, los automovilistas pagan entre 100 y 300 pesos por el brinco en verificentros que operan en el oriente del Valle de México.
“Será más difícil pasar los carros que antes pero pronto encontraremos la manera de que algunos coches obtengan su holograma y puedan circular sin broncas”, aseguró uno de los coyotes que opera en uno de los verificentros de ciudad Neza.A unos días de que se endurezca el programa de verificación, afuera de los negocios donde se efectúa la prueba a los automóviles, decenas de coyotes ofrecen a los conductores el holograma “0” para que puedan circular diario.
“Todo el trámite te sale en 700 varos, garantizado. Si tu carro no pasa hay tiempo de arreglarlo para que te den la calcomanía ‘0’ sin broncas”, ofrece uno de los coyotes apostado afuera de un verificentro de la colonia Las Águilas, en Neza.
—¿Cómo le haces para sacar el holograma “0”, no se supone que todo está controlado desde la
Secretaría del Medio Ambiente en Toluca?
—“Tú no te preocupes, nosotros lo arreglamos con nuestros contactos y tu coche pasa sin problemas, llevamos más de 10 años haciendo este bisne y no hay falla”, contestó.
EL UNIVERSAL publicó que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inspeccionará los 409 verificentros que se ubican en el Valle de México para comprobar que los equipos de verificación vehicular operen correctamente y se inhiban los actos de corrupción.
De acuerdo con el Centro Mario Molina, “la verificación vehicular en la ZMVM no funciona porque el sistema está rebasado por prácticas de corrupción” y explica que cerca de 15% de los vehículos con holograma doble cero, 45% de los que tienen holograma cero y más de 80% con holograma dos, rebasan los límites permitidos por la normatividad actual y más de 10% de los vehículos con holograma cero rebasan los límites permitidos en más de 20 veces.
Arreglan todo. Los coyotes arreglan incluso la situación de aquellos autos que no han sido verificados en varios semestres. “Si tienes multa por no verificar te sale todo el trámite en mil 200 pesos, si me lo traes ahorita y si llevas prisa te lo saco en una hora, sin que te formes. Pero si me lo traes a fin de mes te vas a tardar más porque se va a complicar todo a partir del próximo semestre por las nuevas medidas”, dijo otro coyote de un verificentro del municipio de Los Reyes La Paz.
El nuevo programa emergente de verificación anunciado esta semana no le quita el sueño a los coyotes. “Estamos en México, aquí todo se puede hacer, no hay problema, nos costará más trabajo pero seguiremos sacando los hologramas”, afirmó uno.
En eso coincide un propietario de un verificentro de la zona oriente quien pidió no revelar su identidad. “Es una total corrupción de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Los automovilistas quieren que su coche pase la verificación y pagan al coyote, los verificentros no quieren tener problemas con la autoridad y pagan para que no los molesten. Es una cadena de corrupción”, reconoció.
El dueño de otro de esos negocios consideró que el mal llamado “programa emergente de verificación” no tiene nada de emergente. “Es una revolcada del que ya existe, el programa es el mismo. Es una tomada de pelo para el pueblo. Es un instrumento político y económico”, acusó.
Dijo que la corrupción no se genera en los verificentros porque sólo son operadores del programa; los encargados de aprobar o rechazar los automóviles son los funcionarios de la Secretaría del Medio Ambiente estatal. Yo “pregunto, ¿dónde se fomenta la corrupción que dicen que existe?”
Fuente: El Universal