Un día antes de lo previsto, autoridades del Buró de Prisiones de Estados Unidos entregaron a la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (ICE por sus siglas en inglés) de ese país al narcotraficante mexicano Héctor El GüeroPalma Salazar.
El capo, uno de los fundadores del cártel de Sinaloa en la década de los 90, pasó nueve años preso en México y luego 12 en la cárcel de máxima seguridad de Atwater, California.
Como parte del esquema de buena conducta, autoridades estadunidenses decidieron la liberación de Palma tras haber cumplido 85 por ciento de su sentencia.
La salida del capo del penal de Atwater estaba prevista para este sábado 11 de junio. Sin embargo, funcionarios penitenciarios estadunidenses decidieron entregarlo ayer a la migra.
“El señor Palma permanecerá bajo detención del ICE mientras la agencia hace preparativos para su traslado a México. Por motivos de seguridad, el ICE no aporta información por adelantado sobre el calendario o la logística de las repatriaciones”, explicó a MILENIO la portavoz de dicha oficina, Virginia Kice
Al respecto, la PGR ofreció que estará atenta a las gestiones del ICE sobre la repatriación de Palma Salazar, “luego de que jueces de aquel país habrían decidido adelantar su liberación”.
En un comunicado, señaló que ha hecho una revisión detallada de los expedientes, “a fin de determinar la posible existencia de elementos de prueba relacionados con la probable comisión de delitos por parte del repatriado. Con apego a las reservas de ley, informará en su momento sobre los resultados de dicho análisis”.
Ayer en Jalisco, funcionarios del área de seguridad estatal reveló a MILENIO que el juzgado cuarto de distrito en Materia de Procesos Penales Federales giró dos órdenes de aprehensión contra el narcotraficante.
Aunque no precisaron las causas penales, indicaron que son por la comisión de delitos cometidos años atrás en territorio nacional.
Por ello, es posible que al ser repatriado se cumplimenten dichas órdenes y el capo sea traslado al Centro Federal de Readaptación Social Número 2, de Puente Grande.
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El Güero Palma dejó la cárcel con una hernia inguinal, hemorroides, mala visión y varios dientes faltantes. Al menos eso le dijo por escrito su abogado Frank Ragen a un juez de California.
El capo no la pasó bien en la prisión estadunidense los nueve años recientes. Antes de ser sentenciado estuvo en una cárcel de Phoenix, Arizona, donde tenía contacto con otros presos, recibía visitas de sus familiares y hasta podía hacer llamadas telefónicas.
Pero en 2012, una vez que un juez lo condenó a 16 años de prisión, lo trasladaron a una cárcel Supermax en Florence, Colorado, para reos que un juez calificó como“demasiado peligrosos o de alto riesgo a la seguridad nacional”.
Sus compañeros de prisión eran reos como Tec Kazinksky, El Unabomber; John Walker Lindh, El Talibán Americano, y Zacarías Moussaoui, convicto por el ataque a las Torres Gemelas, pero lo más seguro es que El Güero nunca los haya visto.
En ADX Florence, Palma estaba siempre solo: pasaba 23 horas del día en su celda y la hora 24 en una celda más grande con una ventana en el techo. Era el único momento del día donde veía luz, pero aún en esa hora estaba solo. La idea del confinamiento es privarlos de sensaciones sensoriales.
A la hora de la comida un guardia le entregaba la charola en su celda, pero los guardias no hablaban español y el narcotraficante inglés. “Durante largos periodos no tenía con quien charlar”, escribió su defensor.
Así pasó un tiempo hasta que en la misma prisión lo transfirieron a un programa en el que, aunque seguía en confinamiento solitario, tenía algún contacto con otros reclusos.
Mientras estaba en la Supermax lo diagnosticaron con una hernia inguinal que le provocaba fuertes dolores. Un médico ordenó una cirugía, pero según documentos ensu expediente judicial, la prisión la retrasó tres años.
Los abogados aseguran haberle escrito al director de la prisión, al responsable de su caso, al departamento médico, al director del Buró de Prisiones, pidiendo que programaran la cirugía.
La diputada Roybal Allard también envió una carta y lo mismo hizo el consulado mexicano. “Palma tiene dolores muy agudos desde el principio de la enfermedad y solo ha empeorado”, aseguraban.
La respuesta de las autoridades del Buró de Prisiones fue siempre la misma: “El recluso Palma Salazar ha sido diagnosticado con una hernia inguinal derecha y fue atendido por un cirujano el 5 de diciembre de 2014. En ese momento el cirujano recomendó cirugía para reducir la hernia. El recluso está agendado para cirugía en un futuro cercano. Por razones de seguridad no se puede dar a conocer la fecha y hora”.
En 2015 fue operado. Aun así, según le dijeron sus abogados al juez, tiene otros padecimientos: ha perdido varios dientes, su visión se ha reducido enormemente y sufre de dolores de talón y hemorroides.
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La extradición a Estados Unidos de Palma hace nueve años no fue un proceso sencillo para las autoridades de ese país, quienes tuvieron que esperar cuatro años y medio para que México se las concediera.
Cuando la extradición fue solicitada, el 19 de agosto de 2002, México comenzaba a admitir el envío de mexicanos a ese país.
A pesar de que existía un acuerdo bilateral de extradición desde 1978, ningún mexicano fue entregado a Estados Unidos antes de 1996. Entre 1996 y 2001, en promedio fue extraditado un mexicano por año. Hasta 2001, tras una resolución de la Corte, la situación empezó a cambiar. En 2002 fueron 12 los mexicanos extraditados; en 2005, 30.
En 2007, cuando El Güero fue extraditado, al menos 51 mexicanos más fueron enviados a Estados Unidos. En diciembre de 1995, ese país acusó a Palma de conspiración para distribuir cocaína y ordenó su captura, pero ya había sido detenido seis meses antes en México.
En dos documentos, de los que MILENIO tiene copia, el fiscal de distrito en el sur de California, Todd Wallace Robinson, detalló parte de los testimonios dedetenidos en Estados Unidos que declararon contra el capo.
Una de las declaraciones es la de un testigo protegido, quien declaró que Palma trabajó para Miguel Félix Gallardo, tío de los hermanos Arellano Félix, pero cuando Félix Gallardo ordenó matar a la esposa e hijos de Palma y a dos integrantes del cártel de Sinaloa, El Güero se alió con El Chapo contra Félix Gallardo y los Arellano Félix.
Explica que aunque en 1993 Joaquín Guzmán Loera fue detenido en Guatemala y su hermano Arturo asumió el liderazgo del cártel, El Güero le quitó el control del narcotráfico en Tepic, Nayarit, donde se asoció con Ramón Leija, El Colo.
Palma controló Tepic y transportó cocaína de México a Estados Unidos hasta que lo detuvieron en junio de 1995, cuando el avión en el que viajaba se estrelló.
Otro testimonio es el de Raúl Guzmán Enríquez, un testigo cuyo relato hizo posible la detención de Miguel Ángel Martínez Martínez y Enrique Ávalos Barriga, integrantes del cártel de Sinaloa.
Guzmán Enríquez declaró que El Güero fue responsable del traslado de 390 kilos de cocaína que fueron confiscados en Chicago en septiembre de 1994.
El tercer testimonio con el que el fiscal argumentó que Palma era culpable del delito por el que se pidió su extradición es el de Miguel Ángel Martínez Martínez, extraditado a Estados Unidos en 2001. Fue sentenciado a 18 años de cárcel, después de declararse culpable de los delitos de conspiración con El Chapo para distribuir toneladas de cocaína.
Martínez Martínez dijo que El Güero trabajó con él en el tráfico de drogas y lo identificó en fotografías.
Según los documentos, los cargos en su contra tenían una pena máxima de cadena perpetua y multa de 4 millones de dólares. Sin embargo, logró un acuerdo y una sentencia de 16 años.
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En 2015, cuando le faltaban dos años para terminar su condena, Palma Salazar le pidió al juez una reducción de la pena, porque la ley había cambiado y la nueva norma no le daría más de 168 meses de prisión, 24 menos de su sentencia.
Pero cuando el juez se puso a analizar el caso, se dio cuenta que había poca información en el expediente de Palma.
En 2008, el capo había logrado un acuerdo con el gobierno y la fiscalía pidió una sentencia de 192 meses. El acuerdo era tan bueno que las partes solo entregaron al juez un reporte de tres páginas que incluía un sumario de los delitos y nada sobre la historia criminal de Palma en México. Nunca fue entrevistado, nopresentó una declaración por escrito ni una explicación sobre su conducta al juez.
Según un documento judicial de 2015, el juez tenía pocos elementos para tomar unadecisión, por lo que utilizó el reporte de un fiscal sobre el proceso de extradición donde se mencionaba algo de la historia criminal.
Los abogados alegaban que El Güero ya no era una amenaza a la seguridad pública y que sus planes tras dejar la prisión eran reunirse con su esposa e hijos en México.
Pero el juez dijo que su actividad criminal era mucho más seria y extensa que la de un narcotraficante cualquiera, consideró la cantidad y peligrosidad de las drogas que traficaba, el tiempo durante el que lo hizo, su posición gerencial,su sentencia por corromper oficiales mexicanos para facilitar el escape de otro narcotraficante. Comparó la sentencia de Palma con las de los Arellano Félix, uno condenado a 360 meses y otro a 480 meses.
Mencionó a El Chapo, entonces prófugo tras escapar del Penal del Altiplano, y su fortuna valuada en un billón de dólares,lo que “incrementa el riesgo de que Palma Salazar esté tentado de regresar a retomar las cosas donde las dejó”, señaló el juez y le negó la reducción de pena.
Aun así, El Güero dejó la cárcel dos años antes de lo previsto. La fiscalía del Sur de California dijo a MILENIO que la condena de 192 meses o 16 años, empezó a contar en junio de 2002, cuando el capo, entonces preso en México, fue notificado de su proceso y petición de extradición a Estados Unidos.
El Buró de Prisiones le otorgó tiempo por buena conducta, con lo que les descuentan entre 15 y 12 por ciento de la pena. Así, el capo purgó 763 días menos y dejó la prisión este viernes 10 de junio.
Fuente: Milenio