Un hombre con un falso cinturón de explosivos relleno de «sal y galletas», obligó a acordonar este martes un centro comercial de Bruselas, en un contexto de nuevas amenazas yihadistas tan sólo tres meses después de los atentados del 22 de marzo.
El hombre, de 26 años, era «conocido por la justicia por diversos hechos, inclusive algunos ligados a problemas psiquiátricos», explicó la Fiscalía de Bruselas luego de su detención en las inmediaciones del céntrico centro comercial.
El sospechoso había contactado él mismo a la policía por la mañana, afirmando que había sido secuestrado y liberado en ese lugar «con un cinturón de explosivos que tenía que ser accionado a distancia por una tercera persona».
Pero una vez localizado y detenido, el servicio de artificieros sólo le encontró un cinturón «que contenía sal y galletas». El incidente se registró a las 06H30 de la mañana local (04H30 GMT) cuando se señaló la presencia de un sospechoso cerca del centro comercial City 2, un lugar que en los últimos días los medios belgas habían citado como posible objetivo de nuevos atentados.
El nivel de alerta antiterrorista en el país se mantuvo en nivel 3 (amenaza «posible y verosímil») de un total de 4 (amenaza «seria e inminente»), indicó en Twitter el centro de crisis belga. El hombre detenido ya se dio a conocer en el pasado al declarar a la policía «que fue incitado a partir para unirse al Estado Islámico en Siria». «Ahora está siendo investigado en profundidad para determinar si tiene relación o no con hechos de terrorismo», precisó la fiscalía.
Fuente: El Mundo