Regularmente, la entrada del verano se daba los días 21 de junio. Sin embargo, como este 2016 fue año bisiesto, el solsticio se recorrió un día.
Pese a lo anterior, medios especializados en astronomía y fenómenos naturales explican que el solsticio no significa que sea el día más caluroso.
“La atmósfera y el océano actúan como barrera para el calor, absorbiendo y re-radiando los rayos solares. Aunque el planeta absorbe muchos rayos solares en el solsticio de verano, se necesitan muchas semanas para liberar esa energía. Como resultado, el día más caluroso del verano normalmente coincide con julio o agosto”, se lee en un artículo publicado por National Geographic.
Fuente: El Mañana