El mundo en ascuas está marcado por tiempos de incertidumbre devenida en pánico.
El #Brexit alimenta miedos arrastrados por el largo efecto de la crisis del 2008, la caída de la economía china, el desplome de mitos geniales –como el milagro brasileño– y el latente peligro de Donald Trump, quien ya se vio en la Presidencia de Estados Unidos.
Nadie prevé con certeza las consecuencias del divorcio británico del bloque europeo, el impacto en las relaciones comerciales, el crecimiento económico de la “Pérfida Albión”, y el freno de mano que atora al resto del “Viejo Continente”. Tampoco el reverdecer de los nacionalismos.
Impera nerviosismo; nos lleva entre las patas.
La moneda mexicana, tan codiciada en los mercados, queda atrapada en precaución no exenta de especulación. El tsunami inglés empuja capitales a buscar refugio en dólares; peso, desgraciado y huérfano, acelera desplome.
La autoridad financiera intenta amortiguar golpe del impacto; anuncia control de daños. Recorta más presupuesto de gasto; manda mensaje de confianza; deuda y déficit encienden alarmas; subraya cabal salud financiera, inflación controlada y disciplina garantizada.
Total, el secretario de Hacienda pone cara de “yo no fui”; ¿“yo por qué?; a mí que me esculquen…
Mientras, el próximo jueves, Banco de México anunciará aumento de tasas de interés para atornillar y desalentar éxodo de capitales.
–¿Dirá Agustín Carstens que el peso es asunto de mucho peso?
Será el sereno, pero nos pone a bailar con la más fea.
Por angas o mangas seguimos a la sombra, del lado oscuro donde no calientan rayos del crecimiento y sí resfrían malos vientos de peores tiempos glaciales.
–¿Entonces ya nos cargó el payaso?
EL MONJE CORTOCUENTISTA: Messi falla, achica y chilla (no llores por mí –prensa– Argentina); Don Beltrone: “fracasas y te vas” (la venganza –de Los Pinos–, plato que se sirve frío). La Pulga y El Pulgón cargan culpas tamaño mamut; ¿a qué saben tu olvido, tropiezo y derrota? Si “redes” exigen a “Lio” aguantarse, a Manlio, no volver jamás. ¿La Guayaba y La Tostada –las “borrachitas” de Nosotros Los pobres– son abuelas de La Patada en el más doble sentido?