Es decir, sólo uno de cada 10 estudiantes de las vocacionales ha participado en el movimiento. Y esa minoría es la que ha alargado la suspensión de actividades.
Bajo el argumento de que las vocacionales desaparecerían debido a que el IPN quedó adscrito a la Subsecretaria de Educación Superior (SEP), los votantes paristas alegan que los han tratado con represión y desprecio, de forma «insolente» y que, el secretario de Educación, Aurelio Nuño, de provocar su radicalización.
De acuerdo con un reporte, los estudiantes también alegan que se les ha tratado con desprecio, de forma insolente, y que Nuño se ha negado a reunirse con ellos en las instalaciones del IPN.
Desde entonces para decidir si permanecían en paro o entregaban las instalaciones, los politécnicos realizaron asambleas en todos los planteles. Sin embargo, sólo en algunos llevaron a cabo elecciones en urnas y en otros se hicieron decisiones a mano alzada.
En la vocacional 1, la primera que entró en paro, alrededor de tres mil estudiantes no se enteraron que la votación decidiría seguir o no con las clases.
Esta situación se repitió en las vocacionales 2 y 3, donde, de acuerdo con los alumnos, no se conocieron los resultados de las asambleas. La primera cuenta con una matrícula de cuatro mil 14 alumnos y la segunda de cuatro mil 300.
Fuente: Etcétera