Se cree principalmente que las movilizaciones y el llamado a una huelga general por la CNTE se deben a que esta disidencia magisterial quiere que se dé marcha atrás a la Reforma Educativa (36%), a que rechazan las evaluaciones (18%) y a que no quieren perder sus privilegios (14%).
A la población sigue sin agradarle la CNTE y su sector más beligerante, la Sección 22 de Oaxaca; 54% dice que no simpatiza nada con esta organización disidente del sindicato de maestros, a lo que se agrega 28% que simpatiza poco. Se percibe que su movimiento en contra de la Reforma Educativa se ha debilitado (49%). Ahora únicamente 23% estima que se ha fortalecido.
La instauración de los exámenes periódicos a los maestros, el aspecto central de las protestas de la CNTE, continúa siendo sólidamente apoyada por la población. 79% apoya que se hagan esas evaluaciones. Apenas 19% no está de acuerdo con este proceso. Progresivamente se va consolidando la idea de que el otorgamiento de las plazas magisteriales se basa en exámenes o evaluaciones a los profesores. 52% así lo menciona espontáneamente. Cada vez menos personas afirman que se asignan por criterios no meritocráticos, como la venta, herencia o por el uso de influencias.
Se mantiene estable la creencia de que los cambios son difíciles y que tomará mucho tiempo lograr una educación de calidad en el país (51%). Quienes piensan que la Reforma Educativa no cambiará nada no pasan de 20%. En cualquier caso, la opinión pública nacional está en contra de que se revierta dicha reforma (62%). Sólo un tercio apoya esta demanda de la disidencia magisterial.
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