Colaboración de Francisco Martín Moreno
Alfonso Martínez Domínguez resumió a la clase política mexicana del siglo XX cuando declaró en apretada síntesis: “Sólo hay algo peor que el Partido Revolucionario Institucional en nuestro país, la oposición…”. ¿No estamos, acaso, frente a una sentencia inmejorable que debería estar escrita en letras de oro en el Congreso federal y en los locales?
Recordemos cuando Vicente Fox declaró que una de las ventajas de la alternancia en el poder que él encabezaba, sería el encarcelamiento de una cadena interminable de “peces gordos”, que representaban lo peor de la putrefacción política de México. ¿En qué se convirtió dicha alternancia? En continuismo. ¿Qué políticos de gran envergadura fueron privados de la libertad por los peculados y escandalosos latrocinios cometidos? ¡Ninguno! Las promesas, como dice la canción que representa lo mejor de la sabiduría popular, “fueron solamente falsos juramentos…”.
Cuando Gabino Cué ganó las elecciones en Oaxaca, un nuevo gobernador de la oposición, el electorado oaxaqueño estaba confiado en el hecho de que el exgobernador Ulises Ruiz y su pandilla de funcionarios, según me decían, serían encarcelados por desvíos y malversación de fondos en los primeros 180 días del nuevo gobierno. ¿Resultado? Ulises Ruiz jamás fue molestado en su jubiloso retiro y en cambio, se habla en nuestros días de enormes desfalcos cometidos por Gabino Cué. La oposición resultó peor que el Partido Revolucionario Institucional. Cuando en otro orden de ideas, Moreno Valle del PAN, llegó al poder, mis paisanos poblanos me advertían que el góber precioso visitaría la prisión muy poco tiempo después de la toma de posesión de Moreno Valle ¿Qué sucedió? Que el góber precioso y su familia, según lo indican las redes sociales, pasan tiempos muy felices en los Alpes Suizos instalados en un chalet a todo lujo. ¿Más? Cuando Vallejo llegó al gobierno de Michoacán se aseguró que Godoy y una buena parte de su gabinete pasarían un largo tiempo encarcelados. Se fue Godoy, llegó Vallejo y no pasó, absolutamente, nada ni por lo visto pasará con Silvano Aureoles porque no se le ha visto la menor intención de hurgar en los manejos de su colega, el exgobernador perredista. ¿Qué tal El Bronco y Medina…?” ¿Eh…?
El mérito a la congruencia electoral se lo llevaron los coahuilenses, cuando a pesar de los escandalosos desvíos y malversaciones de recursos de un Moreira, a nuestros paisanos del norte todavía se les ocurrió votar por el hermano del defenestrado exgobernador. Es evidente que en este caso el electorado fue al menos un millón de veces mucho peor que el Partido Revolucionario Institucional.
Otro momento político digno de ser rescatado lo encontramos con claridad meridiana en Veracruz. Para quien todavía dude, como decía Martínez Domínguez, que la oposición es peor que el PRI, basta con considerar al candidato tan vulnerable ética y moralmente que el PAN mandó a competir por el gobierno de Veracruz. Miguel Ángel Yunes es un político históricamente cuestionado por los medios masivos de difusión, su imagen pública, ha estado invariablemente en entredicho y sin embargo, el PAN lo postuló. El Partido Revolucionario Institucional, por su parte, mandó a un candidato con la consigna de no rozar al actual gobernador Duarte, también, acusado de malos manejos, ni con el pétalo de una rosa… los veracruzanos no quieren saber ni del Partido Revolucionario Institucional ni del Partido Acción Nacional, ¿Conclusión? No es nada difícil que el candidato de Morena, Cuitláhuac García, sea el nuevo gobernador del estado de Veracruz.
¿Es o no cierto que si existe algo peor que el Partido Revolucionario Institucional ésa es la oposición…?