Un centenar de manifestantes que estaban en cabeza del desfile se separaron de la comitiva y tomaron una calle transversal, donde derribaron contenedores de vidrio. Los encapuchados lanzaron las botellas contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos.
La parálisis creciente del país se produce a dos semanas de la inauguración de la Eurocopa de Futbol, el 10 de junio.
El primer ministro Manuel Valls, bajo presión, admitió el jueves la posibilidad de «cambios» o «mejoras» en el proyecto de ley y anunció que recibiría el sábado a representantes «del sector petrolero», sin precisar de quiénes se trataba. El jefe de gobierno volvió a descartar sin embargo el retiro del polémico texto.
Según el gobierno, la ley dará mayor flexibilidad a las empresas para luchar contra el desempleo. Sus detractores consideran en cambio que aumentará la precariedad laboral y critican en particular su artículo 2, que da primacía a los acuerdos de empresa sobre las negociaciones por ramas profesionales.
Fuente: La Jornada