Los 43 parques nacionales que tiene Venezuela son las principales áreas para la conservación de nuestra diversidad biológica. El Archipiélago de Los Roques, Mochima, Laguna de Tacarigua, Morrocoy, Laguna de la Restinga y San Esteban, por nombrar los principales, constituyen espacios de complejos y frágiles ecosistemas marinos. El hecho de que los parques nacionales sean al mismo tiempo los lugares de esparcimiento y recreación favoritos para la población, exige una toma urgente de conciencia pues los niveles de contaminación de estos espacios van en crecimiento y en la misma medida, la afectación de la flora y fauna que allí habitan.
El informe de resultados del Día Mundial de las Playas 2015 (jornada de recolección de desechos sólidos llevada a cabo el 19 de septiembre en 175 playas de 13 estados del país bajo la coordinación de Fudena) revela que, en efecto, proviene de la actividad recreativa la mayoría de los residuos hallados en las orillas: 230.246 de un total de 291.107 desechos. De la misma manera, el documento señala que los 4 elementos que encabezan la lista de los objetos más encontrados son de plástico, siendo éstos, en orden: tapas de botellas; botellas plásticas de bebidas; vasos, tenedores, cuchillos y platos y, finalmente, bolsas de plástico.
A propósito, Luy recuerda el caso de la Islas Galápagos, en el que por decisión del Ministerio del Ambiente de Ecuador, está prohibido el ingreso de bolsas plásticas como una medida para la protección de este lugar Patrimonio Mundial de la Humanidad. “Este tipo de medida puede ser replicada en áreas protegidas de Venezuela para ayudar a la conservación de nuestra diversidad biológica”, comenta para finalizar.
La alianza Fundación Tierra Viva-Botiquería propone, por lo pronto, la adopción de medidas desde el ámbito individual para disminuir el consumo de bolsas plásticas, frenar la contaminación de los ambientes marinos con éstas y favorecer la preservación de nuestra diversidad biológica. Entre ellas:
Fundación Tierra Viva y Botiquería trabajan en alianza desde 2009 en la campaña “Cuadra limpia y saludable”, con la finalidad de alertar, informar y educar masivamente a la población acerca de los efectos dañinos de la contaminación ambiental en la salud de sus habitantes.
Desde 2012, y con el slogan ¿Realmente necesita la bolsa? la campaña se ha enfocado en generar conciencia sobre la necesidad de reducir el consumo de bolsas plásticas, un artículo útil, de muy corta vida y gran poder contaminante.
En 2014 esta iniciativa de RSE publicó la investigación “Bolsas plásticas: un problema nada ligero”, que recopila la experiencia de más de 30 lugares en todo el mundo para regular el uso de este artículo. A manera de contribuir con la generación de marco legal en Venezuela en lo que respecta a esta materia fue compartida con autoridades con competencia legislativa en el ámbito nacional, regional y municipal. Actualmente el estudio se difunde a través de exposiciones y foros en diversas casas de estudio e institutos de formación, asociaciones gremiales, Organizaciones No Gubernamentales, entre otras, para dar a conocer el tema a la mayor cantidad posible de personas.
Fuente: Fundación Tierra Viva