El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó el domingo a Vietnam para una visita de tres días que busca convertir a un antiguo enemigo en un nuevo socio para ayudar a contrarrestar los crecientes signos de autoridad de China en la región.
Obama busca fortalecer vínculos económicos y de defensa con los gobernantes comunistas, cuatro décadas después de una guerra que dividió a la opinión pública en Estados Unidos, además de insistir en asuntos de derechos humanos, dijeron asesores.
El viaje ha sido precedido por un debate en Washington sobre si Obama debe aprovechar la visita para retirar un embargo de armas a Hanói, que es uno de los últimos vestigios de la enemistad de los tiempos de la guerra.
La medida molestaría a Pekín, que desconfía de los intentos de Estados Unidos de fortalecer los lazos militares con sus vecinos asiáticos en momentos de creciente tensión en el disputado Mar de la China Meridional. Sin embargo, no se ha comunicado aún una decisión final sobre el asunto.
El historial de violaciones a los derechos humanos de Vietnam es un asunto de conflicto con
Estados Unidos, pero el gobierno de Obama parece cada vez más inclinado a dar a Hanói algo de margen para poder establecer una fuerza disuasiva frente a Pekín.
«Nadie se hace ilusiones», dijo Evan Medeiros, un ex asesor de Obama en asuntos asiáticos.
«Este viaje envía una importante señal a China sobre el interés de Estados Unidos en la región y su creciente preocupación por el comportamiento chino».
El gobierno de Vietnam dijo a comienzos de mes que levantar el embargo demostraría confianza mutua y que comprar armas a sus socios es «normal».
Hay muchas expectativas por la llegada de Obama a un país con una enorme población joven, entusiasmada por tener lazos más cercanos con Estados Unidos y desconfiada por la dependencia económica de la impopular China.
Fuente: El Universal