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Mujeres NoMo, las “raras” que no quieren ser mamás

Publicado por
Aletia Molina

Sí, es cierto, debe ser bien bonito ser mamá, sin embargo, tener o no hijos, no hace menos a una mujer que a otra… A pregunta expresa de mi papá: “¿a ti de donde te salió eso de que no quieres ser mamá? En la familia somos muy prolíficos, todos tenemos hijos!” (quepa aclarar que no me presiona para darle nietos) y a las malas caras y luego un listado de preguntas y frases incómodas como: «Egoísta, te quedarás sola, no tendrás quién te cuide», decidí sacar la casta por las NoMo.

Con el paso de los años, sumado a la aparición de la píldora en los años 60, la comodidad e independencia económica les ha permitido decir a muchas mujeres no a la maternidad, aunque todavía hay quienes se los reprochen. A estas mujeres se les ha denominado NoMo, es decir la generación No Mothers.

Las características que las unen son: la educación, el nivel económico, el deseo de independencia, manejo del tiempo, sin importar si tienen o no afecto por los niños, pues muchas no pudieron tenerlos por razones fisiológicas, mientras otras no hallaron a quien pudiera ser su pareja y papá de sus hijos.

Y otra idea más que las une es la de enfrentar cuando las miran como bicho raro cuando revelan que no quieren ser mamás. En Facebook circula una divertida lista que se titula: “Las 15 cosas que las mujeres sin hijos están cansadas de oír”.

Esta es lista:

  1. ¿No te ha sonado tu reloj biológico?
  2. Tener hijos fue la mejor decisión que he tomado.
  3. Los niños le dan significado a mi vida.
  4. Debe ser maravilloso no tener tantas responsabilidades.
  5. Se te está pasando el tiempo.
  6. Podrías ser una buena mamá, ¡piénsalo!
  7. ¿No quieres tener a alguien que te cuide cuando seas vieja?
  8. Deberías cambiar de idea.
  9. Debe ser genial tener tanto tiempo libre.
  10. Me encantaría poder dormir como tú.
  11. Podrías arrepentirte en un tiempo.
  12. Te puedes llegar a sentir muy sola.
  13. ¿Y si tus padres no te hubieran tenido?
  14. Estás siendo algo egoísta.
  15. Pensaba lo mismo que tú cuando era joven, pero crecí.

En el 2013, la revista Time le dedicó su portada a un importante dilema ¿Es igual ser mujer a ser mamá? Y se refirieron a un estudio realizado en el 2010 denominado Pew Research en el que se demostró que en todas las razas y poblaciones ha bajado la tasa de fertilidad.

Pero, a pesar de que se trate de una decisión individual, son muchos los que opinan al respecto. Lo hizo el periodista Jonathan V. Last de la revista conservadora The Weekly Standard en su libro “Qué esperar cuando nadie espera (hijos)”, quien dijo que el “egoísmo de los americanos sin hijos pone en peligro el futuro de la economía al reducir en número de consumidores y contribuyentes”.

Mujeres sin hijos ni ganas de tenerlos: «No quiero ser madre… ¿y qué?»

«Tengo una vida increíble en muchos sentidos precisamente porque no tengo hijos. Es simplemente una opción», disparó en medio de una entrevista la actriz Cameron Diaz, una de las tantas veces que la prensa volvió a preguntarle cuándo pensaba convertirse en madre. Su colega Helen Mirren también se suma a la generación childfree: «No tengo instinto maternal alguno. Ninguna mujer debería tener que explicar por qué no tiene hijos».

La intérprete española Maribel Verdú es otra mujer que se acopla a esta tendencia y asevera con determinación: «No quiero ser madre. Ni en un futuro cercano ni a largo plazo». Sin hijos y feliz con su elección, Kim Cattrall -una de las protagonistas de la exitosa serie Sex and the city- se sinceró al opinar sobre los niños. «Disfruto de ellos pero no por largos períodos. Son adorables, graciosos y dulces, y luego me dan dolor de cabeza».

En entrevista, María Alejandra García Ramírez -licenciada en Psicología, catedrática de la Universidad Azteca (campus Estado de México) y especialista en asesoramiento psicológico para niños y adolescentes-, analizó el tema y reveló por qué las mujeres de hoy ya no quieren ataduras de ningún tipo.

– ¿Una mujer decide ser madre por instinto o por convicción?

Por convicción. El instinto, en un sentido ordinario, es el apetito innato o común propio de individuos de una especie. El instinto materno existe y es el impulso innato a engendrar. Este impulso es común en todos los mamíferos. El instinto materno se pone de manifiesto desde la infancia, cuando las mujeres revelan la tendencia a cuidar muñecas u objetos, en los que desbordan estos impulsos. Existe un instinto materno y, en menor medida, un instinto paterno.

El instinto no se ha extinguido, es solamente que se dio un salto evolutivo socialmente en el que la mujer da preponderancia a lo racional y objetivo.

-¿Por qué hay mujeres que eligen no ser madres?

Porque existe un cambio de paradigma. Las mujeres toman la decisión de no ser madres por diversos factores, que van ligados a la evolución cognitiva que ha tenido la sociedad. El rol, tanto del hombre como de la mujer, ha cambiado por esas necesidades de adaptación a las nuevas tendencias sociales: se ha dado prioridad a la resolución de un presente inmediato, dejando a un lado la reflexión de un futuro. Aunado a esto y gracias a las diversas técnicas de fertilidad, las mujeres cambiaron la idea de tener una pareja para poder concebir un hijo y, poco a poco, se ha ido modificando hasta llegar al punto de no depender de nadie y, por tanto, ir postergando la maternidad.

-Muchas veces las mujeres tienen hijos sólo por mandato social o familiar o para retener a su pareja que sí los quiere y no por una convicción realmente personal. ¿Cuáles son las consecuencias de ello?

En la sociedad aún prevalece un modelo de vida frecuente y es el hecho de que una pareja que se casa y forma un hogar estable al poco tiempo de la boda tiene hijos. Sin embargo, a veces la presión social se vuelve muy incómoda para aquellas personas que quieren esperar para tener un bebé o, incluso, para aquellas que, más allá de desear tener descendencia, tienen dificultades para lograr su deseo.

Existe una diferencia entre la capacidad de ser madre biológicamente y la función de la crianza. Para algunas mujeres, un hijo puede ser una satisfacción, el motivo de cumplir con un deseo personal o una complacencia a la presión social, ya sea por haberse unido a una pareja o por estar en edad de concebir un hijo. Sin embargo, este evento puede convertirse también en un factor limitante para la obtención de satisfacciones individuales, al no poder realizar actividades que la compensen a nivel personal y de manera plena.

Las consecuencias pueden variar, pero las más comunes son: frustración al no satisfacer a la pareja o familia en ser «una buena madre» y, al darse cuenta de que su feminidad no se reduce a la maternidad, produce un vacío existencial y posiblemente una depresión y rechazo hacia los hijos. También se evidencia la frustración por no poder desarrollar las actividades que había planeado o siquiera pensado.

– La tendencia de las mujeres que no quieren tener hijos para priorizar su carrera profesional o su vida personal se está expandiendo rápidamente por el mundo, ¿qué sucede en América Latina, en Europa y en Estados Unidos?

La creciente inserción laboral de las mujeres, los grandes cambios sociales, culturales, económicos, tecnológicos y laborales han modificado sustancialmente la vida de las personas en este último siglo y, sobre todo, la de las mujeres. El aumento de la esperanza de vida, su mayor nivel promedio de educación y la tendencia a tener menos hijos son factores que han influido en la creciente participación laboral de las mujeres.

Fuente: Staff

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Aletia Molina

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