Hace cerca de 100 años que John Maynard Keynes publicó su libro “Las Consecuencias Económicas de la Paz”, en el que se mostró inconforme con los resultados del Tratado de Versalles, que se firmó al acabar la Primera Guerra Mundial. Keynes argumentaba que imponer costos de reparación de guerra a los “perdedores” extremadamente altos, particularmente a Alemania, no sólo no iba a revolver el problema de la reconstrucción en los países que ganaron la guerra, sino que podría empeorar las cosas hacia delante, para todos. Las contribuciones económicas que se establecieron en Versalles para que Alemania pagara a los “ganadores” fueron tan altas, que generaron una recesión significativa en territorio germano y eventualmente motivaron a la ciudadanía a apoyar al Partido Nazi de Hitler, provocando así otra guerra. Un movimiento bélico mucho más cruento: La Segunda Guerra Mundial.
Claramente no voy a comparar las dos Guerras Mundiales con el problema de contaminación de la recién redenominada Ciudad de México, pero quiero rescatar la idea principal de Keynes, en donde una mala política puede empeorar los problemas que justamente se desean atacar. En este sentido, se encuentra bien documentado que el programa “Hoy No Circula”, desde su primera versión en 1989 no sólo no ha funcionado para disminuir la emisión de contaminantes, sino que la ha aumentado, máxime cuando las reglas del programa se han endurecido (Héctor Riveros del Instituto de Física de la UNAM y Luis Mochán del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, como bien lo ha documentado Sergio Sarmiento en su columna “Jaque Mate” en el periódico Reforma).
Entonces ¿Por qué instrumentar una política que no sólo no funciona, sino que perjudica más? Peor aún, existen tres cambios importantes en los últimos meses que pudieron haber contribuido a que los niveles de contaminación se elevaran más y sin embargo no se ha actuado en consecuencia: (1) El fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a mediados del año pasado, en donde se permite que los autos particulares modelos anteriores a 2007 puedan no estar sujetos a las restricciones del programa “Hoy No Circula”, siempre y cuando aprueben la verificación vehicular con niveles que les permitan ostentar calcomanía con holograma “cero”. En este sentido, Martín Gutiérrez, Coordinador Ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, aseveró hace algunos meses que el parque vehicular de la Ciudad de México y área metropolitana -que ascendía a cerca de 5.5 millones de vehículos-, podría aumentar en 1.4 millones más en los siguientes meses. Esto es un aumento de 22 por ciento en menos de un año. Adicionalmente hay que tomar en cuenta la desconfianza que existe entre la población sobre los problemas de corrupción en los verificentros; (2) la imposición del nuevo reglamento de tránsito de la CDMX, en donde se reducen los límites de velocidad y se prohíben las “vueltas continuas con precaución”. Expertos en la materia comentan que los vehículos circulando a menores velocidades -particularmente entre 20 y 50 kilómetros por hora, en donde no se alcanza la “eficiencia energética” del combustible-, producen que los motores operen a menores revoluciones por minuto, aumentando así la emisión de contaminantes. En este sentido, también resurge la necesidad de regular las manifestaciones; y (3) la economía se ha expandido a un mayor ritmo en los últimos 18 meses y esto pudo aumentar la producción de las fábricas que se encuentran todavía en la zona metropolitana, donde “curiosamente” se observan los mayores niveles de contaminantes en las primeras horas de la mañana, cuando ni siquiera circulan tantos vehículos.
En mi opinión, vislumbro seis consecuencias del “Hoy no Circula”: (1) Uso más intensivo de taxis y otros servicios de transporte privado, que no permitirán que disminuyan los niveles de contaminación y aumentando el costo para la sociedad; (2) caída temporal de la venta de autos nuevos en la zona metropolitana, principalmente debido a la incertidumbre sobre cuáles serán las nuevas reglas; (3) puede empeorar la seguridad, debido a que los policías -sin importar si son de tránsito o no-, estarán más atentos en “agarrar” infraganti a quienes no observen el “Hoy No Circula”, que a otro tipo de posibles delitos; (4) caída permanente de venta de autos nuevos y aumento de venta de autos usados, si el programa prohibe la circulación un día a la semana; (5) el problema de contaminación empeorará por (1) y (4); y por último, (6) impulso a Morena, debido a que es altamente probable que este tipo de políticas tengan un impacto muy negativo en la popularidad del Jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, quien todavía es considerado como el candidato más fuerte del PRD.
Envío un abrazo muy fuerte a todas las mamás en este su día, en especial a Tere, mi esposa y mamá de nuestro increíble hijo, así como a mi mamá, Rocío.
Twitter: @G_Casillas
*El autor es economista en jefe de Grupo Financiero Banorte.