«Esto sigue siendo un incendio fuera de control, enorme y peligroso», dijo Ralph Goodale, ministro canadiense de Seguridad Pública.
Las autoridades dijeron que el incendio duplicó su tamaño este sábado y advirtieron que la situación en la región bituminosa de Alberta era «impredecible y peligrosa».
El incendio cubría más de 200 mil hectáreas hacia la medianoche y continuaba creciendo, dijo la Agencia de Manejo de Emergencias de Alberta en un nuevo balance.
«Las condiciones en el frente siguen siendo extremas por la escasa humedad, las elevadas temperaturas y los vientos», indicó la célula de crisis del gobierno de Alberta.
«Si el incendio sigue avanzando a este ritmo, hoy podría duplicarse» la superficie afectada respecto del viernes, aseguró el ministro Goodale.
El termómetro permanecía este sábado cerca de los 30°C y los vientos llegaban a los 40 km/h, lo que atizaba las llamas en los bosques y matorrales de la región, afectados por más de dos meses de sequía.
A pesar de que 2 mil 400 vehículos pudieron atravesar Fort McMurray para llegar a Edmonton, la capital provincial, a 400 km, el fuego seguía cortando la autopista. Los policías, con máscaras en el rostro, formaron convoyes de solo 25 vehículos –la mitad que la víspera– hasta tanto los riesgos para los automovilistas sigan siendo altos.
Aviones de carga C130 del Ejército fueron enviados para evacuar a un poco más de 4 mil empleados, un puente aéreo previsto para dos días, según Syncrude.
Fuente: Zócalo