Esta lluvia, que se produce dos veces al año (mayo y octubre), es observable principalmente en el hemisferio sur del planeta.
Las acuáridas tienen su origen en el cometa Halley, oficialmente conocido como 1P/Halley, un cuerpo grande y brillante que orbita alrededor del Sol cada 76 años aproximadamente.
Por eso, aunque ahora mismo el Halley esté en las profundidades del sistema solar exterior (no volverá a la Tierra hasta 2061), podemos ver los restos de su cola cruzando la atmósfera.
Para ver el fenómeno hay que mirar hacia el sudeste, «a la zona próxima a la estrella Eta de Acuario, que se encuentra muy próxima al ecuador celeste, y que en España aparece sobre las 4 de la madrugada», ha dicho a Efe el astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional, Francisco Colomer.
Aunque esta lluvia de estrellas no es muy activa, es posible ver entre veinte o treinta meteoros por hora como máximo, «aunque en la noche del 5 al 6 de mayo se espera que la frecuencia suba hasta las 60 estrellas fugaces por hora», explica Colomer.
Además, «como curiosidad -apunta el astrónomo- en esa zona del cielo también estará el planeta Neptuno, aunque es difícil de observar con telescopios pequeños».
Para disfrutar esta lluvia de estrellas no hace falta ninguna instrumentación especial, salvo buscar un lugar oscuro y despejado y mirar al cielo.
Las próximas lluvias de estrellas este año, tendrán lugar en junio (bootidas), julio (delta acuáridas) y agosto (perseidas).