Así lo señaló Elvira Elvia Escobar Beristáin, doctora del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien agregó que los fenómenos causados por el cambio climático son factores que alteran la presencia de enfermedades que, al igual que el clima, se adelantan, retrasan o prolongan su comportamiento habitual.
Los eventos extremos y las olas de calor aumentan los niveles de ozono, polen y otros alérgenos que pueden provocar asma. Asimismo, las temperaturas extremas del aire contribuyen directamente a las defunciones por enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Se prevé que con el cambio constante de temperatura aumente el número de casos en padecimientos como diarreas y desnutrición, dijo.
Por otra parte, un factor que va en aumento y perjudica la salud de la población es la contaminación atmosférica, la cual incide en la aparición y agravamiento de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cánceres.
Además, las precipitaciones pluviales atípicas provocan contaminación de las fuentes de agua potable, incrementando así el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua y dando lugar a criaderos de insectos portadores de enfermedades como el dengue o chikungunya.
Vigilar e identificar los factores de riesgo antes mencionados, así como adoptar medidas de protección, correspondientes al cuidado de la salud, en especial con niños y personas de la tercera edad, es crucial para prevenir este tipo de padecimientos; y, con ello, hacer frente a las exigencias de la modificación climática que actualmente aqueja a la población y disminuye la calidad de vida.
Fuente: Criterio Hidalgo