Esta lista incluye 8 productos que está científicamente comprobado que son tóxicos, no siempre figuran en las etiquetas y seguro lidias con ellas diariamente, además algunas alternativas viables para que puedas eliminarlos de tu hogar.
Los ftalatos
Se encuentran en los productos para el hogar con fragancias como los ambientadores, detergentes, jabones e incluso en el papel higiénico. Debido a las leyes de propiedad, las empresas no tienen que revelar lo que hay en sus olores, por lo que no encontrarás ftalatos en una etiqueta, pero si dice «perfume o aroma artificial», hay una buena probabilidad de que contenga ftalatos.
Riesgos para la salud: son conocidos los disruptores endocrinos, por lo que reducen los espermatozoides en los hombres y puede provocar diversas afecciones en las mujeres. Se absorben por vía cutánea y como la piel no puede dirimir si algo es tóxico, estos productos químicos van directamente a los órganos.
Opciones saludables: elegir productos orgánicos sin perfume o totalmente naturales. También es una buena forma de limpiar los ambientes, tener más cantidad de plantas ya que éstas son las que desintoxican naturalmente el aire.
El percloroetileno o «PERC»
Se encuentra en soluciones para limpieza en seco, quitamanchas y limpiadores de alfombras y tapicería.
Riesgos para la salud: es una neurotoxina y está clasificada «posible carcinógeno». La vía de exposición es a menudo por inhalación: ese olor delator de la ropa que vuelve de la tintorería o los vapores que permanecen tras la limpieza de las alfombras.
Opciones saludables: asegúrate de llevar tus prendas a tintorerías que no usen “perc”. Para quitar una mancha hay cientos de técnicas naturales, desde el jabón de lavar la ropa de nuestras abuelas, pasando por el limón o la sal.
El triclosán
Se encuentra en la mayoría de los detergentes, lavavajillas líquidos y jabones de tocador etiquetados como «antibacterianos».
Riesgos para la salud: El triclosán es un agente antibacteriano agresivo que puede promover el crecimiento de bacterias resistentes a los fármacos y combatir a las que son favorables y necesarias para nuestra existencia. Además se concentra en ríos y arroyos y resulta perjudicial para el medio ambiente acuático.
Opciones saludables: usa detergentes y jabones naturales y evita los productos antibacterianos con triclosán para uso doméstico. Si necesitas un desinfectante de manos, elige uno que sea a base de alcohol.
Los Amonios cuaternarios
Se encuentran en suavizantes para ropa y en la mayoría de los limpiadores domésticos etiquetados como «antibacterianos».
Riesgos para la salud: al ser otro tipo de antimicrobianos plantean el mismo problema que el triclosán, ayudando a las bacterias a resistir a los antibióticos. Son también irritantes de la piel por lo que pueden producir dermatitis y se sospecha que es una de las causas de ciertos problemas respiratorios.
Opciones saludables: olvídate de la estética, los suavizantes no son necesarios y el mejor suavizante para la ropa es el vinagre blanco (porque no mancha) ya que elimina los residuos de jabón y no es tóxico. El aceite del árbol del té es anti-fúngico (combate hongos) y la esencia de lavanda un aromatizante natural.
El 2-butoxietanol
Se encuentra en los limpiadores universales. Es el ingrediente clave en muchos limpiadores de ventanas y les da su característico olor dulce.
Riesgos para la salud: Es un eficaz disolvente que por ley no tiene por qué figurar en la etiqueta, pero según la EPA y espacialmente si se lo usa en sitios confinados puede causar dolores de garganta por inhalación, contribuir a la narcosis, al edema pulmonar y hepático severo y al daño renal.
Opción más saludable: limpie los espejos y ventanas con papel de periódico y vinagre diluido. Para otras tareas de la cocina use productos con ingredientes naturales como el feldespato y el bicarbonato de sodio sin lejía. También puede hacer sus propias fórmulas con bicarbonato de sodio, vinagre y aceites esenciales.
El amoníaco
Se encuentra en agentes limpiadores para baños, para joyería y en los limpiacristales.
Riesgos para la salud: el amoníaco es un poderoso estimulante que afecta a los asmáticos y a personas con problemas pulmonares y respiratorios y pude ayudar a que se desarrolle bronquitis crónica. Mezclado con lejía produce un gas venenoso.
Opción más saludable: usa vodka para limpiar y abrillantar los artefactos de metal, pasta de dientes para la plata y vinagre diluido en agua para los artefactos, azulejos y cristales.
El cloro
Se encuentra en lejías, polvos abrasivos, limpiadores de inodoros, removedores de moho, agua del grifo.
Riesgos para la salud: la exposición a este peligroso elemento es constante y puede provocar problemas de salud crónicos (respiratorios, renales, digestivos, etc.), además de ser un disruptor grave de la tiroides.
Opción más saludable: volvemos a la opción del vinagre, el bicarbonato de sodio y agregamos el bórax en polvo para fregar los inodoros. Para reducir el cloro en el agua del grifo lo mejor es instalar filtros.
El Hidróxido de Sodio
Se encuentra en limpiadores de hornos y desatascadores.
Riesgos para la salud: es extremadamente corrosivo por lo que si toca la piel o entra en los ojos puede causar quemaduras graves. Su inhalación ocasiona un fuerte dolor de garganta que dura varios días.
Opción más saludable: el horno se puede limpiar con vinagre y pasta de bicarbonato de sodio. Para desatascar caños, también sirve esta fórmula (bicarbonato + vinagre) combinada con agua hirviendo.
Fuente: Nueva Tribuna