El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) concluyó que no existe nueva evidencia de que los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa hayan sido incinerados en el basurero de Cocula. «El GIEI concluye que no ha visto una sola evidencia o un hilo de evidencia para cambiar su conclusión del 6 de septiembre de que no se incineraron a los 43 estudiantes en el basurero de Cocula», afirmó Francisco Cox, integrante del GIEI.
Al presentar el informe final sobre el caso de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, Francisco Cox dijo que el nuevo estudio de fuego realizado en el basurero «no expone razonamientos científicos que puedan ser contrastados, sino solo afirmaciones, sin explicar el sustento probatorio o científico».
Los integrantes del GIEI insistieron en que debe seguirse la línea de investigación del quinto camión y la participación en los hechos de la noche de Iguala de todas las autoridades y policías, incluidas la ministerial, federal, municipales y el Ejército.
«Tenemos la certeza de que hubo una coordinación perfecta entre estas policías y territorios para generar un círculo de control para evitar la salida de los autobuses de Iguala», dijo Buitrago. Aseguró que hay prueba plena de que los normalistas no fueron a boicotear un acto político a Iguala, no eran miembros del crimen organizado ni estaban infiltrados y que todos eran estudiantes admitidos en la Normal Raúl Isidro Burgos, para lo que tuvieron que presentar una carta de no antecedentes penales.
GIEI: Informe De Fuego Esta Incompleto
Francisco Cox dijo que los especialistas en fuego afirman, entre otras cosas, que hay evidencia de que «una quema controlada mayor ocurrió en Cocula», así como de incendios menores, pero aclaran que la duración y fechas de los expertos del fuego «no pudo ser establecida con la evidencia física disponible». Además, aseguran que los restos óseos de 17 personas recuperados en ese lugar son «consistentes con aquellos producidos por la exposición prolongada al fuego producido por combustible ordinario y no por crematorios comerciales».
Según los peritos en fuego , el hallazgo de dichos restos, así como de ropa, casquillos de bala, restos de neumáticos y rocas que exhibían daño por exposición al calor, «confirma la información obtenida de las declaraciones (de varios de los detenidos)», según las cuales los 43 jóvenes fueron incinerados allí.
Sin embargo, el GIEI señaló que no hay evidencia de que los restos de 17 individuos pertenezcan a alguno de los estudiantes, y que el basurero ha sido identificado como un lugar donde se han registrado varios incendios al menos desde 2010.
El GIEI también critica a los expertos en fuego por aludir, sin detallar la fuente, a información de una estación meteorológica cercana a Cocula, según la cual la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 solo hubo llovizna y cita varios estudios que contradicen eso.
«Investigación sobre quinto autobús no debe cerrarse»
El camión que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes revisó como parte de su investigación no corresponde con el que ha sido identificado como el quinto autobús que normalistas de Ayotzinapa tomaron en la terminal de Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014. «El quinto autobús tiene dos dificultades: no fue el que salió de la estación y hay discrepancias con base al informe a nuestro perito canadiense», dijo Ángela Buitrago, integrante del GIEI. Buitrago aseguró que el autobús que se les presentó no es el que salió de la central el día de los hechos, por eso, dijo, no se hizo peritaje de drogas. «Afirmamos que la línea del quinto bus no está cerrada y no puede cerrarse». Dijo que «alguien que no son los estudiantes está mintiendo» sobre las investigaciones con relación a los trayectos del quinto autobús y también señaló que existen diferencias entre el video del conductor de ese autobús y el «presunto conductor» que se presentó a declarar.
Aseguró que la noche del 26 de septiembre de 2014 los normalistas no fueron a boicotear un acto político y tampoco «eran ni estaban infiltrados por el crimen organizado». Las policías municipales de Iguala y Huitzuco, así como miembros de la Policía Federal y del Ejército, estaban enterados de los hechos de la noche y madruga del 26 y 27 de septiembre de 2014, dijo Buitrago.
Dijo que el GIEI tiene evidencias de uno de los teléfonos de un normalista que hizo una llamada cerca a la carretera de Huitzuco a Tenango. El GIEI, dijo, tiene la certeza de que esa noche hubo «una coordinación perfecta entre estas policías, entre estos territorios». Señaló que aunque varias de las víctimas de los ataques de esa noche declararon sobre un retén de policías federales, en las declaraciones que rindieron los agentes federales no «existe información sobre el retén».
Narró que varias de las personas que resultaron heridas esa noche, llegaron a las puertas del Batallón 27 de Ejército «contaron lo que sucedió pidiendo ayuda y contestaron ellos ‘nosotros no podemos apoyar porque no es nuestra jurisdicción’. «Por esa razón empieza el calvario de los padres y Avispones comienzan un drama que debe ser rescatado e investigado como parte de este ataque en contexto», dijo Buitrago.
Teléfonos de normalistas estuvieron activos después del ataque
Claudia Paz y Paz, integrante del GIEI, explicó que en el análisis que realizaron a líneas telefónicas, varios de los chips de los celulares de los jóvenes desaparecidos estuvieron activos meses después del ataque. «El grupo pudo determinar que horas o días después, los chips estuvieron activados en la zonas de Iguala y Cocula. Uno de ellos recibió una llamada desde Huitzuco», detalló. Además, dijo que las declaraciones habían solicitado el año pasado sobre los policías implicados en la desaparición de los jóvenes, no se realizaron hasta la segunda semana de este mes.
«No fue sino hasta la segunda semana de abril, a una semana del día de hoy, cuando se desahogaron muchas de las diligencias. Se tomaron 65 declaraciones, muchas de esas las habíamos solicitado desde agosto del año pasado. Desafortunadamente, esta información ya no puede ser analizada e incorporada al informe», afirmó durante la conferencia.
Paz y Paz aseguró que Jorge Aníbal Cruz, uno de los jóvenes, envió un mensaje de texto a su madre entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 solicitándole que le pusiera tiempo aire. «Este teléfono se mantuvo activo meses después y, desafortunadamente, esta línea de investigación no se agotó en su momento. Para nosotros, el grupo tiene la convicción de que esta información contradice la versión de que los estudiantes habrían sido asesinados», dijo Buitrago.
Fuente: Milenio