El gobierno mexicano debe poner atención en la protección de sus especies silvestres, en especial en los grandes simios como Toto, el orangután que se encuentra en el Zoológico de Chapultepec, señaló Biruté Galdikas, etóloga alemana-canadiense.
Los orangutanes silvestres no son propensos a enfermedades, como sucede con los que viven en cautiverio; el caso más reciente fue el de Jambi, compañera de Toto, que murió de leptoespirosis, mal que se contrae por orines de rata y ardilla.
Desde inicios de 2015, el Proyecto Gran Simio México denunció las malas condiciones de vida de Toto y Jambi, incluso propusieron que se les enviara al santuario de dicha organización, que se encuentra en Brasil; además, todos los gastos iban a correr por parte de la ONG y no de las autoridades del zoológico. “Tenemos un año con esa propuesta y perdimos a Jambi en el camino, por eso trajimos a Biruté”, explicó Paulina Bermúdez, presidenta de Gran Simio México, y es que cuando se reunieron con el director del Zoológicos y Vida Silvestre, Juan Arturo Rivera, les dijo que no tenían experiencia con “su santuario que solo tiene 15 años” funcionando, contrario a los 35 años de experiencia de la dependencia.
Galdikas lleva 45 años vigilando y documentando la vida de los primates en la isla de Borneo, al grado de que sus investigaciones son las que han dado a conocer más sobre la vida de estos mamíferos. En dicho lugar también se cuenta con un santuario en el que, además de preservar la especie, rehabilitan a los animales que vivieron en cautiverio o que fueron víctimas de maltrato.
Dijo que ella acepta con gusto a Toto, ya que cree que es ilógico que estos animales vivan fuera de su hábitat natural y ante la duda de si el primate se adaptará a la vida salvaje señaló que la mayoría lo hace de inmediato.
Galdikas señaló que México es un país con recursos suficientes para crear un santuario para estos animales, que solo es necesaria una hectárea de bosque, ya que a esta especie les gusta de vivir las copas de los árboles. Señaló que los orangutanes no son una especie endémica del país, existen otras como el mono araña, por el que se debería considerar crear un espacio.
Paulina Rivero Weber, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y organizadora del Segundo Congreso La Bioética y los animales, en el que se le rindió un homenaje a Galdikas, dijo que los zoológicos ya “perdieron su función educativa definitivamente”, pero consideró que se pueden transformar santuarios ya que “si hay voluntad por parte de las autoridades, solo hay que modificar espacios con menos especies y en mejor estado”, finalizó.
Fuente: Milenio