Entre las víctimas contabilizadas hoy se encuentra una mujer de 51 años, superviviente de los sismos, que falleció a causa del denominado «síndrome de la clase turista» o «trombosis del viajero», que implica una mayor propensión a sufrir trombosis derivada de una posición fija.
La mujer, que se había refugiado en su coche tras los sismos, enfermó el lunes y fue trasladada a un hospital hoy, donde se le trató por una embolia pulmonar sin éxito; murió una hora después.
Al menos otras 18 personas que se habían trasladado a sus automóviles tras quedarse sin hogar han sido hospitalizadas con el mismo diagnóstico, lo que ha generado inquietud entre los servicios sanitarios por la posibilidad de que se registren nuevas muertes por este fenómeno, informó la NHK.
El primero de los dos terremotos más potentes, de magnitud 6.5, golpeó la zona la noche del jueves, mientras que otro de 7.3 tuvo lugar en la madrugada del sábado, provocando el derrumbe de construcciones y corrimientos de tierra, especialmente en las localidades de Mashiki y Minamiaso.
En esta última, los equipos de rescate continúan buscan a ocho personas que permanecen desaparecidas, según las autoridades locales.
Hasta el momento se han producido más de 620 réplicas, según datos de la Agencia Meteorológica de Japón (JAMA), una de las más fuertes a las 17.52 hora local (8.52 GMT) de hoy, de 5.5 grados y nivel 5 superior en la escala japonesa, con un máximo de siete y más centrada en las zonas afectadas que en la intensidad del temblor.
Los temblores están afectando también a los suministros en la zona, donde unos 8 mil 400 hogares permanecen sin luz y 94 mil sin agua en Kumamoto, donde porciones de varias autopistas han quedado destruidas impidiendo el acceso por tierra a determinadas zonas.
Fuente: Excélsior