Joao Pereira de Souza es un brasileño jubilado que en 2011 salvó la vida a “Dimdim”, un ejemplar de pingüino de Magallanes. El hombre encontró a Dimdim cubierto de petróleo y si no hubiera sido por su rápida actuación y los cuidados que le brindó durante una semana, Dimdim hubiera muerto en las rocas de aquella playa.
El hombre dice que el pingüino regresa cada cierto tiempo “a casa”: viaja desde Argentina unos 8.000 kilómetros para ver a su salvador, exclusivamente. Y a pesar que no se deja tocar por ningún humano, sí se deja besar y acariciar por Joao.
El jubilado le prepara siempre que vuelve un menú especial para que coja fuerzas en su regreso. «Le quiero como si fuera mi hijo y creo que él también me quiere», dijo a Globo TV Joao, el protagonista de una historia digna de cuento.
Fuente: La Vanguardia