Los jugadores azulgranas se lo tomaron con buen humor y les firmaron autógrafos, se tomaron fotografías con ellos e, incluso, permitieron que tomaran parte de un improvisado rondo, bajo la mirada de los agentes de seguridad del club.
Tras unos minutos de distensión, los empleados de seguridad del club invitaron a los niños a abandonar el césped antes de que el primer equipo azulgrana se ejercitara para preparar el partido de mañana contra el Arsenal en el Camp Nou, en el que intentarán hacer bueno el 0-2 cosechado en la ida.
Fuente: Excélsior