Cinco jugadoras de la selección estadounidense presentaron una demanda civil contra la federación de fútbol de su país por discriminación salarial, al reprobar la desigualdad en el tratamiento que reciben, comparado con sus colegas masculinos.
«Hemos demostrado lo que valemos a lo largo de los años», comentó Carli Lloyd, mediocampista seleccionada mejor jugadora del Mundial de 2015.
«Salimos de una victoria en el Mundial y la brecha salarial entre hombres y mujeres simplemente es demasiado grande», añadió.
Lloyd, Megan Rapinoe, Rebecca Sauerbrunn, Hope Solo y Alex Morgan, presentaron la denuncia.
Fuente: El Economista