El grupo se tumbó en el lago griego de la vía, evitando que un tren de mercancías que acababa de cruzar desde Macedonia siguiese su camino hacia el sur.
Unas 10 mil personas están varadas en la frontera entre ambos países. Macedonia dice que solo dejará pasar al mismo número de personas que acepte Serbia, su vecino del norte y el siguiente país en la ruta migratoria de los Balcanes. La policía griega explicó que en 24 horas, hasta las 06:00 del jueves, cruzaron 500 personas.
Algunas de ellas, sin embargo, fueron devueltas por las autoridades alegando que sus papeles no estaban en regla.
Los migrantes dicen que Macedonia no acepta sellos generados por ordenador empleados por la policía griega, y por lo tanto no pueden demostrar que sus documentos son auténticos.
Adnan Abdallah, de origen sirio, esperó tres días para cruzar de Grecia a Macedonia, pero cuando finalmente pasó la frontera fue devuelto porque el sello en la documentación que lo acredita como refugiado está generado por ordenador.
Fuente: La Razón