La actriz redacta que fue en 2014 cuando fue contactada por los abogados del capo, mientras se encontraba en prisión tras su recaptura de febrero de ese año.
En el escrito, que lleva por título “El día que conocí a Guzmán Loera”, Kate afirma que recibió la oferta de llevar a la pantalla la vida del narcotraficante y que aceptó con el compromiso de que sólo contaría la verdad y no «una comedia romántica del señor Guzmán».
La actriz señala que el proyecto, que únicamente perseguía fines profesionales, fue “sacado de contexto” y dice que las autoridades mexicanas satanizaron “a la que menos ha tenido que ver con enaltecer el crimen organizado, sino que, por el contrario, trató de dar un poquito de luz a toda esta oscuridad en la que el narcotráfico nos ha sumergido”.
En el escrito de 8 páginas, Del Castillo también habla de la investigación en torno a la presunta comisión del delito de lavado de dinero que le realizan las autoridades en su contra, con lo cual, afirma, se ha manchado su imagen y la de su trabajo cinematográfico.
Solo veo el comportamiento de las autoridades mexicanas, que violaron el debido proceso filtrando información, lo que afecta directamente a mi dignidad y atenta contra la presunción de inocencia, poniendo en peligro no solo mi vida, sino la libertad de expresión y el derecho a la información. Con su actuar, causan un daño irreparable a mi imagen”, asevera.
SÓLO QUERÍA HACER UNA PELÍCULA
En el mismo espacio, Kate agradece “la valentía” de los abogados que aceptaron tomar su caso, y añade que declarará “cuando mis defensores determinen que existen las garantías legales” para presentarse en México.
Mi intención siempre fue hacer una película. Nunca he recibido dinero del Sr. Guzmán, ni para la realización del proyecto ni para la empresa Honor del Castillo, como se me ha acusado (las autoridades lo saben)”, afirma.
Kate del Castillo explicó en escrito que Guzmán Loera ya había rechazado ofertas de Hollywood, sin embargo, éste las rechazó para darle los derechos a la productora mexicana, a quien, según los abogados, admira el capo
Fuente: Excélsior