La dirección fue de Elim Chan, que llevó a la orquesta a pasajes sublimes, mientras el solista Behzod Abduraimov hizo que el piano resaltara en sus notas para dar mayor profundidad.
La joven nacida en Honk Kong demostró por qué hoy es la directora asistente de la Orquesta Sinfónica de Londres. Su trabajo para dirigir a la Mariinsky fue brillante, certero, es más, podría decirse que la exactitud de cada nota era su decisión. Fue el primero de los dos conciertos que tendrá la batuta. Ayer fue el segundo donde se interpretaron las obras Obertura de la gran Pascua rusa, de Nikola Rimski-Korsakov; Concierto para piano número 2, de Rajmaninov, y Sinfonía número 5, de Shostakovich.
La sala principal de Bellas Artes estaba casi al tope. Sólo algunos lugares se dejaban ver entre la gente que asistió al primer concierto. La Secretaría de Cultura federal informó, en un comunicado, que entre el público había personas de la comunidad rusa en México.
El concierto inició con esos sonidos espléndidos de los metales y el fuerte redoble de tambor que caracterizan la Obertura festiva, op. 96, de Dmitri Shostakovich. Una pieza que emocionó al público y al final recibió un largo aplauso.
Pero aún faltaba algo, la Mariinsky hizo el broche con la ejecución Huapango, de José Pablo Moncayo. Y los aplausos se alargaban después de un recital de gran nivel artístico, donde los músicos y su directora mostraron la fuerza y belleza de la música rusa.
Para hoy en el Palacio de Bellas Artes, la Orquesta Mariinsky, con la dirección de Valeri Gergiev e Ivan Karizna en el violonchelo, interpretará las obras Sinfonía No. 1 en re mayor op. 25, Clásica; la Sinfonía concertante para violonchelo y orquesta en mi menor op. 125 y la Sinfonía No. 5 en si bemol mayor op. 100, Sergéi Prokófiev.
Y en su último recital, el viernes en el Auditorio Nacional, con la dirección de Valery Gergiev y Sergei Redkin, como solista, se interpretarán piezas de Aleksandr Borodín, Piotr Ilich Chaikovski e Ígor Stravinski.
Para el concierto en Bellas Artes se instalará en el Corredor Ángela Peralta una mega pantalla para que los transeúntes puedan escuchar el recital de la Orquesta del Teatro Mariinsky.
Fuente: Crónica