Nació en el año 387 en Beenhaven Taberniae (Escocia). Se llamaba Maewyn Succat y su padre era un oficial romano cristiano. Cuando era adolescente, fue secuestrado por unos piratas, que lo llevaron a Irlanda y lo obligaron a trabajar como esclavo en el pastoreo de animales. Consiguió escapar y se mudó a Francia. Sin embargo, sintió la llamada divina y decidió regresar precisamente a Irlanda, el lugar donde lo habían tenido sometido, para liberar a sus captores.
De nuevo en la isla, peregrinó predicando el catolicismo, construyendo iglesias y ganando cada vez más popularidad. Cuenta la leyenda que la catedral de Dublín se erige precisamente en el sitio en el que había un pozo que el patrón utilizaba para bautizar a quienes se convertían al catolicismo. También se dice que consiguió ahuyentar a las serpientes de Irlanda. Y que se valía de un trébol verde de tres hojas para explicar a quien le escuchaba qué es la Santísima Trinidad.
Murió en el año 461 y fue enterrado en Saúl (Stragford Lough), el lugar en el que había construido su primera iglesia.
Grandes desfiles recorren Irlanda para conmemorar a San Patricio. El de Wexford comenzó en 1917 y solo se interrumpió durante la Segunda Guerra Mundial. El de Dunmanway, en el condado de Cork, cuenta con vehículos y tractores que dan color al evento, y el de Galway, en la costa oeste, atrae a unas 50.000 personas cada año.
También en Nueva York, donde el 17 de marzo de 1762 un grupo de soldados irlandeses alistados en el Ejército británico comenzaron a marchar por las calles de la ciudad, que entonces era un territorio colonial, e instauraron una tradición que aún vive.
San Patricio también es conmemorado en lugares como Chicago, Boston, Toronto, Moscú, Argentina (en Buenos Aires se celebra especialmente Saint Patrick’s Day, ya que Argentina es la quinta colonia irlandesa más grande fuera de su país).
Fuente: Canal 44