En su gira Sex and Love, Enrique Iglesias estremeció el escenario montado en la Carpa Oruga del infield del Hipódromo de las Américas, donde se presentó como parte de la primera edición del Festival Starlite México, y donde aprovechó para agradecerle al país su lealtad porque sin éste, él “no tendría ninguna carrera”.
Tres mil personas disfrutaron de un espectáculo de hora y 40 minutos en el que el español puso a bailar y cantar a sus fans, quienes fueron testigos de la experiencia adquirida por Iglesias a lo largo de 20 años de carrera, sobre todo al afrontar una falla técnica.
Dos minutos antes de que el reloj marcara las nueve y media de la noche, las luces de la carpa se apagaron y dieron paso a la fiesta encabezada por Iglesias que, con una introducción llena de colores en la pantalla gigante del escenario y las luces de la tarima donde estarían sus músicos y resaltaba el nombre de la gira, arrancó la velada con I’m a Freak.
Una de las principales ideas de Starlite es que el público se pueda sentir cerca de su artista y eso Enrique lo tenía muy claro, por lo que en diferentes momentos de la velada decidió bajar del entarimado para saludar de beso a los asistentes y brindar con ellos. “Hoy es sábado, así que salud”, dijo Enrique al tiempo que alzó un caballito de tequila y se lo tomó.
Fuente: Excélsior