Categorías: Medio Ambiente

Una tormenta en el espacio

Publicado por
José Cárdenas

Colaboración de Rodrigo Navarro

 

 

 

 

La realidad del Universo es mucho más extraña de lo que imaginamos. Películas como Interestellar (2014 C. Nolan), Contact (1997 R. Zemeckis) ó 2001: Odisea en el espacio de Kubrik (1968) han inspirado a los jóvenes que fueron atraídos hacia la ciencia por este tipo de largometrajes. Quien esto dice es el Dr. David Jackson en un artículo de la revista The American Journal of Physics (Jun 2015).

La base científica de Interestellar película sobre un grupo de astronautas que viaja a través de un agujero de gusano orbitando un agujero negro super masivo, para encontrar un nuevo hogar para la humanidad.

Los profesores de física deberían incorporar Interestellar a sus currículo como obligatoria para transmitir sus ideas sobre la teoría de la Relatividad. Para el director Christopher Nolan, segundo esposo de la actriz Emma Thompson, creíamos que era el momento de inspirar a una nueva generación, que miraran hacia afuera y echar de nuevo un vistazo hacia las estrellas”.

Un grupo de científicos liderados por el Dr. Kip Thorne, físico teórico de CalTech, el tecnológico de California realizaron el modelo matemático que reprodujo el agujero negro  y el agujero de gusano en el cine. La compañía de efectos especiales Double Negative desarrollo el software llevados por Thorne y calcularon cómo la luz viaja a través de un espacio curvado por efecto de un agujero negro.

Se publicaron artículos de ciencia respecto al trabajo detrás de Interestellar en revistas como Classical and Quantum Gravity que ponderaron la ciencia detrás del filme. “Una manera de contar lo extraordinario que es el Universo es Interestellar que terminó siendo más interesante de lo que supusimos” dijo Thorne a la BBc en ese 2015.

Esta semana a 100 años de la publicación de la teoría de la Relatividad por Albert Einstein en Febrero de 1916, el trabajo de Thorne y colaboradores ha dado frutos y los catapulta hacia el Premio Nóbel de este año, han captado por vez primera las ondas gravitacionales predichas por la Teoría de Einstein.

Fueron dos agujeros negros que iban uno alrededor de otro en espiral, colisionaron y crearon una tormenta en el espacio tiempo.

“Este evento ha causado una tormenta por la que se podría viajar en el tiempo” ha declarado el pionero del experimento que capto por vez primera el fenómeno. Thorne es uno de los mayores expertos en agujeros negros en el mundo. Desde los años 70 iba contracorriente en la investigación científica. Mientras todos se volcaban hacia el desarrollo de telescopios ópticos para captar el cosmos, él lo hacía tratando de escuchar las ondas gravitacionales.

“Ese día me enviaron un correo por la red interna de LIGO (Observatorio de Interfotometría Laser de Ondas Gravitacionales) es un sistema automático que almacena los resultados de nuestro experimento. Al escuchar el pitido de inmediato me dije, “Dios mío probablemente la tenemos, es demasiado bueno para ser verdad. Era exactamente la señal que esperábamos produjeran los ondas gravitacionales. Tengo un sentimiento de profunda satisfacción, llevo 45 años trabajando muy duro por ello“.

Sonido ondas gravitacionales: https://soundcloud.com/emily-lakdawalla

En 1936 Albert Einstein renegó de las ondas gravitacionales. Su teoría publicada en 1916 originalmente preveía estas ondas del tejido espacio temporal provocados por objetos super masivos como los agujeros negros.

Cuando ya había abandonado Alemania y se había refugiado en el Instituto de estudios avanzados de Princeton, (EU) escribió un  artículo junto a su asistente Nathan Rosen donde desarmaba la idea de que las ondas pudieran existir en realidad.

¿Existen las ondas gravitacionales? Titularon su artículo que fue inusualmente revisado (hoy día es muy común) por un físico John Tate, editor de la revista Physical Review publicación que ya había publicado varios artículos suyos. Encontraron errores y le fue regresado.

Einstein no lo tomó a bien escribió una carta reclamando al editor, Nosotros (el Sr. Rosen y yo) le habíamos enviado nuestro manuscrito para su publicación y no le habíamos autorizado a que se lo mostrase a especialistas antes de su impresión. No veo razón para responder a los en cualquier caso erróneos comentarios de su experto anónimo. Debido a este incidente, prefiero publicar el artículo en otro lugar.

Nunca volvió a publicar en esta revista a pesar de que al revisarlo encontró que tenían razón. Lo corrigió y lo publicó en la Revista del Instituto Franklin.

Thorne dice al diario El País que es la primera observación de dos agujeros negros chocando y uniéndose para crear uno solo. “Por vez primera podemos observar cómo se comporta el espacio tiempo cuando ambos están oscilando de forma salvaje igual que en una tempestad en el océano”. “Ahora accedemos a un tipo nuevo de radiación que no son ondas electromagnéticas. En las próximas dos décadas vamos a observar muchas cosas que nunca antes habíamos visto”.

Remata humildemente, “el crédito es de jóvenes científicos experimentales que han sacado este experimento adelante. Es su descubrimiento”. Dando crédito a sus asistentes.

No creo que me merezca el premio Nóbel este sería para Rainer, Rai Weiss físico alemán precursor de los experimentos de medición de las ondas gravitacionales. Los famosos “hombros de gigantes” en los que vienen montados los científicos (frase de Newton en 1664 para reconocer a sus antecesores) original del filósofo Bernardo de Chartres (1124)

“Es un evento que solo dura unos segundos pero se podría viajar en el tiempo hacia adelante y hacia atrás, al estirarse el espacio tiempo de manera muy violenta”. Creo que algún día los seres humanos viajaremos a través de los agujeros negros como en Interestellar, termina el físico teórico.

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José Cárdenas