Ucrania homenajeó hoy a los caídos en la revolución del Maidán que hace dos años derrocó al entonces presidente Víktor Yanukóvich y abrió el camino a la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE).
«Hoy inclinamos la cabeza ante la memoria de aquellos que entregaron su vida por el futuro europeo de Ucrania, de aquellos que conscientemente se sacrificaron en aras de la opción europea», dijo el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, en un mensaje a la nación.
Subrayó que la rápida firma del Acuerdo de Asociación con la UE fue posible gracias a la «Centuria Celestial», los 104 manifestantes caídos en Kiev y otras ciudades del país durante los enfrentamientos que concluyeron con la huida de Yanukóvich a Rusia.
«Este documento jurídico internacional garantiza la irreversibilidad de nuestra política estratégica de integración en Europa. Y no hay fuerza satánica que pueda devolver el país pasado», recalcó Poroshenko.
El jefe del Estado agregó que ya nadie habla de tener a Moscú como referente y «ahora este toponímico se señala en el mapa solamente como una fuente de amenaza militar para Ucrania».
Poroshenko se reunió hoy con los familiares de los caídos en la revuelta contra Yanukóvich y les prometió que «ningún culpable eludirá el castigo».
En su mensaje a la población, el presidente ucraniano informó de que se han dictado 18 sentencias condenatorias contra 26 antiguos miembros de las fuerzas policiales y se ven otras 84 causas por los hechos que tuvieron lugar entre noviembre de 2013 y febrero de 2014.
Admitió que estas cifras deberían ser más elevadas, pero resaltó la necesidad de que los procesos sean transparentes, «jurídicamente inmaculados», para que nadie los ponga en duda, ni en Ucrania ni en el extranjero.
El homenaje a los caídos en la revolución del Maidán se produce en medio de una grave crisis de Gobierno debido a la ruptura de la coalición parlamentaria en la que se apoya el Gabinete de Ministros encabezado por el primer ministro Arseni Yatseniuk y que puede llevar a la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.
Mientras tanto, en el este del país las fuerzas gubernamentales ucranianas y las milicias separatistas prorrusas se acusan con regularidad de violar el alto el fuego acordado en febrero de 2015.
El conflicto en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk -ambas fronterizas con Rusia- estalló poco después de la revuelta que derrocó a Yanukóvich y, según los últimos datos de la ONU, ha causado más de 9 mil muertos, entre combatientes y civiles.
Fuente: La Razón