Manuel Alberto Flores tiene Síndrome de Noonan, una enfermedad genética que afecta el crecimiento; también padece hidrocefalia, por lo que tiene que llevar una válvula conectada al cerebro. Es una de las tres personas que denunció ante la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México al city manager de la Miguel Hidalgo, Arne aus den Ruthen, por presuntas agresiones físicas y verbales durante los operativos transmitidos vía Periscope.
La colonia Molino del Rey es donde vive Manuel con su familia. Tienen una fonda de comida corrida y ayuda con las entregas. Además trabaja como reportero de espectáculos en un portal de internet. Su discapacidad, explica, no afecta su intelecto.
El pasado 3 de febrero, en la calle Alica, de esa colonia, el funcionario encabezó un operativo para retirar todo lo que obstruía el tránsito vehicular. Frente al negocio familiar la abuela de Manuel colocaba unas macetas sobre la calle, en un lugar reservado para discapacitados que, dicen, utiliza uno de sus hijos, quien necesita hacerse diálisis y no puede caminar.
La familia asegura que las macetas fueron el motivo de la agresión, ya que al ver que se las querían llevar la señora Teresa, abuela de Manuel, las metió a su casa. La versión de Manuel es que llegó cuando el operativo y los supuestos insultos entre funcionarios y vecinos ya habían iniciado. Dice que vio al city manager tratando de ingresar a su casa por las macetas.
Ante esta situación los vecinos exigieron a Arne la orden para recoger las cosas y entrar a la casa, pero su contestación fue “ustedes no son nadie para pedirme la orden, es mi trabajo y lo voy a hacer”, describe Manuel.
El joven relata que estaban abucheando al funcionario mientras él sólo veía, pero el city manager se fue contra él, lo jaloneó y ordenó a un policía llevárselo a la patrulla al ver que los vecinos se acercaban.
Antes de que Manuel fuera llevado hacia la patrulla, la abuela comenta que le advirtieron al city manager de la discapacidad del joven. “Le dije: ‘lo está jaloneando, el muchacho es discapacitado’. ‘Pues si está discapacitado, guárdelo’, me contestó. Y le dije: ‘Señor, no es un objeto, es un ser vivo, no es objeto para guardarlo’”, narra Teresa.
Manuel y su abuela afirman que la intención de presentar la denuncia ante la comisión es que el funcionario les ofrezca una disculpa pública y trate con respeto a los vecinos.
Para Arne aus den Ruthen Haag estas declaraciones, así como la queja presentada por Manuel ante la CDH, son mentiras: “Son chismes que no alegaré en los medios. Si van a poner huacales, que tengan por lo menos el valor de enfrentar su sanción, que paguen su multa, que ofrezcan disculpas a la sociedad y que no lo vuelvan a hacer”.
Fuente: El Universal