Eso significa que la aprobación final para conseguir que estos coches puedan circular por carretera está ahora más cerca que nunca.
Los responsables de Google enviaron en noviembre una petición al respecto, y ahora la NHTSA ha dejado claro que interpretará que el conductor en dichos vehículos es un sistema de inteligencia artificial y que estos coches no necesitarán un conductor humano.
Aún así, Google tendrá que cumplir ciertos requisitos para poder acelerar la implementación de este tipo de coches, por ejemplo en los sistemas de frenado que podrían activarse con los pies en caso de ser necesario. Google ha manifestado su preocupación sobre este tipo de sistemas, ya que podrían ser perjudiciales para la seguridad de los ocupantes cuando estos intenten usar el control manual.
Analistas señalan que a pesar de que el reconocimiento de las autoridades es un primer paso, aún pueden pasar meses o incluso años antes de que se redacte una nueva normativa que incluya a los coches autónomos.
Fuente: San Diego Red